Mascherano y un regreso con muchos significados

Mascherano, feliz en su regreso

Mascherano, feliz en su regreso / EFE

Verónica Brunati

“Hoy te convertís en Pincha”, fue el mensaje con que Estudiantes de La Plata recibió el día que firmó su contrato a quien será nueva estrella del equipo a partir de enero: Javier Mascherano. No es una frase cualquiera. El Jefecito la pronunció en el Mundial 2014, antes de la tanda de penaltis en las semifinales contra Holanda, dirigida alarquero Sergio Romero. La variante es que en aquel momento la palabra final fue “héroe” en lugar de “Pincha”, pero en todo caso quedó desde entoncesincorporada a la memoria colectiva del hincha local.

Tampoco Estudiantes es un club cualquiera, y seguramente eso también pesó para que una de las grandes figuras del fútbol argentino en este siglo decidiera volver al país después de 15 años de recorrer el mundo entregando su sabiduría y su compromiso en cada club donde jugó. “Me produce una gran alegría que venga a cerrar su carrera al fútbol argentino. Es un ejemplo de jugador y de profesional que prestigia la Superliga”, dijo César Luis Menotti, y prácticamente todo el espectro futbolero del país comparte la misma sensación.

A sus 35 años, el ex capitán y líder espiritual de la selección regresa seducido por cuestiones futbolísticas, pero también por afectos personales. Gabriel Milito, compañero y amigo durante los años compartidos en el Barcelona, es el actual entrenador del León de La Plata, y Juan Sebastián “La Brujita” Verón, con quien coincidió muchos años en la selección, es el presidente de un club que acaba de recuperar el viejo estadio donde el Pincha fue forjando su leyenda.

Llega Mascherano a una institución caracterizada por su fuerte identidad y el sentido de pertenencia que inculca y logra incorporar en el alma de quienes pasan por sus filas. Un poco como el Barça, y más allá de las distancias estilísticas que pueda haber entre uno y otro, Estudiantes se ha ido convirtiendo en una especie de religión, incluso para aquellos que no iniciaron allí su vida deportiva. Es el caso de Alejandro Sabella, uno de los referentes del Jefecito, cuya carrera se inició en River y sin embargo es considerado un referente en la acera albirroja de la ciudad.

La comunión entre la “filosofía Pincharrata” y el amor por el trabajo de Mascherano es también una de las razones por las que Verón aceptó la sugerencia de Milito y fue a buscarlo a China, donde aún le quedaba una temporada de contrato en el Hebei Fortune.

La idea es que el hombre que cosechó elogios en cada país y cada equipo en los que estuvo (River, Corinthians de Brasil, West Ham, Liverpool, Barcelona y Hebei) no solo aporte sus últimos años de fútbol sobre el césped –firmó por dos temporadas, aunque tiene la libertad de retirarse antes si así lo decide-, sino que permanezca ligado al club en funciones que tengan que ver con el arraigo, el amor por los colores y, por supuesto, su experiencia y sabiduría en el juego.

Flamante director técnico (recibió su título esta misma semana), Mascherano había sido tentado por Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, para integrarse al cuerpo técnico de la selección, pero al Jefecito todavía le queda cable en el carrete y prefirió una alternativa que le permite seguir demostrando su calidad en el campo antes de pasar a transmitirla desde fuera de la raya de cal.

Por otra parte, su presencia junto a Milito también es una buena noticia para el nivel de juego de la Superliga. Admiradores ambos de los métodos de Josep Guardiola y del estilo del Barça en general, intentarán trasladarlo a Estudiantes, aunque no les será fácil aplicarlos en un club históricamente inscripto en una escuela con otro modo de entender el fútbol. 

No hay que olvidar que en Estudiantes se consagraron Osvaldo Zubeldía y Carlos Bilardo, entrenadores en las antípodas de Menotti o Pep. De hecho, Milito fue muy resistido durante su primera etapa al frente del equipo en 2015, y estuvo en la cuerda floja en su regreso este año. Cuatro victorias consecutivas, una de ellas en el clásico ante el Gimnasia y Esgrima que dirige Diego Maradona, le permitieron tomar aire y llegar al receso del verano en mejor posición.

El torneo argentino se va de vacaciones y se lleva una sonrisa en los labios. En enero estará de vuelta Javier Mascherano, el hombre que más veces vistió la camiseta de la selección Parafraseando a Martin Scorsese, regresa“uno de los nuestros”.