Zidane, sin pasillo ni gloria en el Camp Nou

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El FC Barcelona podría estrenar título de campeón de Liga coincidiendo con la visita del Real Madrid al Camp Nou correspondiente a la jornada 36ª. El clásico del día 5 o 6 de mayo será una fiesta para los azulgranas en la que Zidane ha adelantado que se niega a participar. "No vamos a hacer el pasillo al Barcelona. La decisión es mía. El Barcelona lo rompió, tú lo has dicho todo...", sentenció el francés en vísperas del derbi, dejando pasar una oportunidad de señorío y que descubre esa frustración de haber negado la realidad incluso cuando estaban en la clasificación a 19 puntos de los azulgranas.

Ahora niega el pasillo al mejor y más regular de la Liga por iniciativa propia y todos se parapetan en esa decisión para huir del reconocimiento que merecería el campeón como hizo Ramos con "donde manda patrón…" Y todo por no haber dado la talla defendiendo el título. Un fracaso en el que mucha culpa la ha tenido Zidane, que no ha sabido mentalizar a sus jugadores de competir partido a partido, sin encontrar el equilibrio entre titulares y suplentes hasta febrero y equivocándose en alineaciones y cambios que le costaron puntos.

CULPA AL BARÇA DE SU NEGATIVA

Zidane cree que fue el Barcelona el primero en romper el protocolo cuando le negó el pasillo en el clásico del pasado 23 de diciembre, en el que los blancos estrenaban el título de campeón del mundo de clubes. “En este club el pasillo se suele hacer en la competición en la que participamos, cuando participamos en el torneo del equipo campeón, y ahora no es el caso”, dijo Guillermo Amor, director de Relaciones Institucionales azulgranas, para evitar el homenaje. Pero en el Real Madrid consideran que el Mundialito es consecuencia de ganar la Champions, competición que sí jugó el Barcelona.

Un clásico que podría ser importante para los blancos en su afán de quedar lo más alto posible en la tabla, donde acaba de perder la tercera posición a favor del Valencia tras ser incapaz de tumbar al Atlético de Madrid en el derbi. Ante los rojiblancos dejó escapar la oportunidad de acercarse al segundo puesto. Y parte de la culpa volvió a ser del francés que quitó a Cristiano para poner a su protegido Benzema, dejando huérfano de remate a su equipo, y tardó demasiado en sacar a Isco y a Modric para superar a los del Metropolitano.