Zidane: “Solo me planteo dos o tres posibilidades y Francia es una”

El francés concedió una larga entrevista a ‘L’Equipe’ en su cincuenta aniversario en la que responde sin tapujos

“¿PSG? Nunca digas nunca. No hay 50 clubes a los que pueda ir... Si vuelvo a entrenar a un club, es para ganar”

Zidane tiene como objetivo entrenar aFrancia

Zidane tiene como objetivo entrenar aFrancia / Efe

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Zinedine Zidane concedió una larga entrevista a ‘L’Equipe’ en su cincuenta aniversario en la que responde sin tapujos a las cuestiones actuales y a su trayectoria deportiva. No se cierra la puerta del PSG pero reconoce que su prioridad es dirigir a Francia. Se felicita de su trayectoria en el banquillo del Real Madrid y rememora cómo lo fichó Florentino Pérez. Explica el borrón con el cabezazo que propinó a Materazzi en el Mundial de Alemania, su gol en la final de la Champions de Glasgow del 2002 al Leverkusen y su admiración por Enzo Francescoli.

PSG, FRANCIA Y FLORENTINO PÉREZ

“¿Entrenar al PSG? Nunca digas nunca. Especialmente cuando se es entrenador. No hay 50 clubes a los que pueda, hay dos o tres posibilidades. Si vuelvo a un club, es para ganar. Lo digo con toda modestia, por eso no puedo ir a cualquier parte”, subraya Zidane, que disfruta ahora de la vida desde que dejó el banquillo del Real Madrid la temporada pasada. “Quiero entrenar a Francia, por supuesto. Lo seré, espero, algún día. ¿Cuándo? Eso no depende de mí. Pero quiero cerrar el círculo con la selección francesa”, dice convencido de que tarde o temprano le llegará la oportunidad. 

Zidane recuerda como lo fichó Florentino Pérez cuando coincidieron en Mónaco: “Todo se hizo allí. No hubo una segunda o tercera reunión para hacer las cosas. La primera fue la correcta. Florentino Pérez es un hombre que no bromea. Estábamos en una gran mesa en Mónaco para una cena de gala. Me pasó una servilleta. Dentro estaba escrito: “¿Quieres venir?” Y yo le contesté en un trozo de servilleta de papel: “Yes”. Todavía me pregunto por qué le contesté en inglés. Podría haber puesto ‘oui’, ya que él habla francés, o ‘sí’ en español, pero puse “yes”. Ahí empezó todo”.

EL GOL DE GLASGOW, MATERAZZI Y FRANCESCOLI

Entrenar a una institución como el Real Madrid es una carga enorme. Cuando se gana, y además tres veces seguidas, es una gran y profunda sensación de deber cumplido. Ganar la Champions nunca es cuestión de suerte. Es un trabajo duro. Especialmente tres veces seguidas. He trabajado como un loco. Mis jugadores creyeron en mí; yo creí en ellos”, afirma orgulloso. “Ganar como jugador no es la misma inversión”, dice, pero no se le olvida aquel gol que marcó y que le dio la Champions al Madrid: “Me faltaba este título. Con esa victoria en Glasgow, lo había ganado todo con casi 30 años. Y con el Madrid, y ese gol que nos dio la victoria...”.

Recuerda dos detalles importantes de su vida futbolística, el cabezazo a Materazzi y su admiración por Francescoli. “Mi madre no estaba bien, tampoco estaba demasiado grave. Pero era una preocupación. La presión, esto y aquello. Él (Materazzi) no me habla de mi madre, pero sí insultó a mi hermana, que estaba con mi madre en ese momento. En el campo ya hubo insultos… Ese día, pasó lo que pasó. Fue sólo un segundo y se fue... Pero luego hay que aceptarlo. No estoy orgulloso de ello, pero es parte de mi trayectoria. En ese momento, era más frágil”.

Y acaba con su referente Enzo Francescoli: “Era más que mi ídolo. Era un fanático suyo. Era algo más que una mera imitación. Solía analizar todo lo que hacía. Tuve que volver a hacerlo en el campo. He practicado hasta que lo he hecho bien. Observé todo, con una lupa, para reproducirlo… todo lo relacionado con él me fascinaba. La técnica con sus contactos de fuera a dentro y de dentro a fuera. Era de encaje. Creo que, en cierto modo, llegué a parecerme a él. Técnicamente, en cualquier caso, Enzo era majestuoso. Dormí con su camiseta tras intercambiármela con él en un Juventus-River de 1996 en Tokyo”.