Zidane pierde su crédito

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, tiene un problema. Su equipo sumó en Girona la segunda derrota de la Liga y ya está a ocho puntos de distancia del FC Barcelona, líder del torneo. El pésimo partido completado por su equipo ha colocado al técnico francés en el punto de mira de la afición y la crítica por primera vez desde que se hizo cargo del banquillo del Santiago Bernabéu, hace poco menos de dos años.

La pésima imagen exhibida por el Real Madrid en Montilivi parece haber acabado con el crédito que Zidane había acumulado. El partido puso de relieve que el francés tiene seco el pozo de la motivación y que su discurso ha empezado a disiparse.

Zidane no sólo se mostró incapaz de atajar el desastre sino que lo acabó alimentando con sus declaraciones en la sala de prensa. Entre otras cosas, se atrevió a decir que "no estoy preocupado" y "no jugamos mal", pese a que todo el mundo había visto lo ocurrido. ¿A quién pretendía engañar? El francés mantuvo el mismo discurso que ante el Betis, el Valencia o el Levante.

método Molowny

Uno de sus principales problemas es que hace siempre lo mismo, apuesta por los de siempre, estén bien o no. En Girona mantuvo en el campo al alemán Toni Kroos y al croata Luka Modric, los peores junto al brasileño Marcelo. Su colegueo con los jugadores se ha vuelto en su contra.

Otro de los defectos que han empezado a emerger es que su pizarra ha quedado en cuestión. Da la sensación de que emplea el método Molowny, basado en el "salgan y jueguen". Pablo Machín, técnico del Girona, hizo lo mismo de siempre y, en cambio, Zidane no fue capaz de contrarrestarlo sobre el campo.

La pregunta que se hacen muchos es: ¿hasta cuando le aguantará Florentino Pérez, presidente madridista? El Real Madrid aparece en la clasificación a 8 puntos del Barcelona y, lo que es más preocupante, no da síntomas de mejoría. La cita en Wembley del próximo miércoles puede marcar de forma determinante su futuro en el banquillo madridista. De hecho, Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham, no tiene inconveniente en dejarse querer y postularse en la sombra como posible recambio de Zidane.

El runrún en el entorno empieza a ser audible en el palco del Bernabéu y en el vestuario empiezan a verse miradas de reojo. La crisis es evidente. En apenas dos meses Zidane ha tirado por la borda todo el prestigio que había acumulado gracias a las dos Champions League y la Liga conquistadas.