Zidane hunde más al Real Madrid

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El regreso de Zinedine Zidane tras el mal experimento de Santiago Solari se pintó desde Madrid, y desde buena parte de la prensa madrileña, como la llegada del gran salvador. El entrenador que llegaba para solucionar todos los problemas de la 'casa' de Florentino Pérez en un abrir y cerrar de ojos antes del final de la temporada, pero la realidad presenta otro cuadro completamente diferente.

Los tres triunfos (en cinco partidos) con el técnico francés en el banquillo no han sido, ni mucho menos, holgados. Más bien todo lo contrario. Contra el Celta, día de su "debut", el equipo sufrió hasta el gol de Gareth Bale en el tramo final. Ante el Huesca y el Eibar se ganó por la mínima y también en los compases finales gracias a dos goles de Karim Benzema. Luego llegó la merecida derrota ante el Valencia y el de ayer en Butarque fue la última pincelada de un lienzo que se resquebraja, todavía más, con el paso de las jornadas.

Sus declaraciones antes del duelo ante el Leganés en las que confesó, abiertamente, que hay jugadores por los que espera hacer caja este próximo verano no sentaron bien al vestuario, que ya de por si está bastante revolucionado. El galo ha perdido la sonrisa y ya ni siquiera la segunda plaza parece un objetivo prioritario. Cuatro puntos le separan del Atlético de Madrid y todavía le queda margen de mejora para intentar conseguirlo, pero las sensaciones no le acompañan.

UN EQUIPO SIN RUMBO

Es posible que 'Zizou' solo piense en la próxima temporada y en el siguiente proyecto faraónico, pero la afición blanca ya está cansada de una temporada que se le está haciendo exageradamente larga (sin ya nada en juego) y anhela soluciones drásticas que pasan, sobre todo, por una limpieza de vestuario este verano. Ver desde la barrera como su eterno rival, el FC Barcelona, se lo juega todo en este tramo final de campaña no es agradable para ellos y puede que el francés se esté preguntando en qué momento decidió volver. ¿Estará arrepentido?

Repetir rueda de prensa tras rueda de prensa el "Podemos hacerlo mejor, la sensación no es buena" ya no sirve. Ese mensaje lo desgastaron sus predecesores. Continuar apostando por los que le hicieron 'entrenador' tampoco funciona. De hecho, desde su llegada, tanto Marcelo como Isco, dos de los 'condenados' desde la grada, se han convertido en titulares indiscutibles. Ambos han disputado cuatro de los cinco partidos desde el inicio. Vivir del pasado tampoco parece ser la solución de un Madrid más hundido que nunca con Zidane al mando.