Zidane empieza a comprender a Rafa Benítez

El francés Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, se ha empezado a dar cuenta de que lo que le pasó a Rafa Benítez puede sucederle también a él en los próximos meses. Pese a su empatía inicial con los jugadores madridistas y el buen clima que se generó en el vestuario con su llegada a principios del mes de enero, el tiempo se ha encargado de poner las cosas en su sitio. El problema del equipo blanco es de actitud, tal y como ya denunció el propio Zidane pocos días después de haber perdido el derbi madrileño y de haberse despedido del título de Liga.

La pésima imagen ofrecida por el Real Madrid en el campo del Las Palmas ha encendido las alarmas en el Santiago Bernabéu. La victoria ha quedado en un segundo plano por el bajón del equipo durante el segundo tiempo. Zidane se ha llevado una decepción con sus jugadores. Les ha mimado y les ha defendido, pero ha comprobado que siguen sin dar la cara en el campo. Su falta de compromiso es una señal de alerta de cara al futuro. El entrenador madridista sabe que su continuidad en el banquillo dependerá del papel del equipo en la Liga de Campeones, pero también es consciente de que si los jugadores mantienen sus desconexión actual en la Liga, será prácticamente imposible que Florentino Pérez le mantenga en su actual cargo.

Zidane no pudo disimular su frustración al acabar el partido contra el Las Palmas. "Así no vamos a ninguna parte", "estoy muy preocupado por la segunda parte", "perdemos una cantidad de balones alucinante", "tenemos que jugar mejor", fueron algunas de sus sentencias al concluir los 90 minutos en la sala de prensa. Su cara de circunstancias lo decía todo. Ha perdido la fe en sus jugadores. Está muy molesto por la acumulación de deserciones que se producen en los partidos. Sus estrellas no aparece en los momentos difíciles y sabe que los malos resultados y el mal juego del equipo madridista pueden impedirle prolongar su estancia en el banquillo del Bernabéu.

Zidane teme que le pase lo mismo que a Rafa Benítez. Los jugadores le están empujando a un fracaso en su primera gran experiencia como técnico. Le están pagando con apatía, pese a que les ha defendido. Empieza a comprender que cometió un gran error cuando aceptó el regalo envenenado que le hizo el presidente madridista, Florentino Pérez.