Zidane desprecia a Isco

El técnico del Real Madrid prefirió dar entrada al canterano Arribas que al malagueño pese a que su equipo perdía por 1-2 ante el Levante

El centrocampista quiere irse, pero ningún club está dispuesto a pagar los 40 millones de euros que pide el club blanco

Isco adelantó al Real Madrid

 El malagueño aprovechó una asistencia de Vinicius para anotar el 1-0 / MOVISTAR

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El desarrollo del último partido disputado por el Real Madrid ante el Levante ha puesto en evidencia la nula confianza que Zinedine Zidane, entrenador madridista, tiene en el centrocampista Isco Alarcón. Pese a que está en una clara línea ascendente y comprometido consigo mismo en una lucha sin cuartel para mejorar, el malagueño vio cómo el técnico francés prefería apostar por el canterano Arribas en busca de una reacción con 1-2 en el marcador.

Quedarse en el banquillo y ver cómo el último de la fila le pasaba por delante ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Isco. Los brotes verdes que se habían visto en sus últimas apariciones, con un jugador más rápido, ágil y entregado al equipo, no le han servido para recuperar el crédito de Zidane. El francés prefirió dar entrada a Arribas, pese a que hasta ahora se había caracterizado por despreciar a los jugadores del filial madridista.

SIN ALTERNATIVA

Zidane ha demostrado con hechos que sólo utiliza a los canteranos cuando no tiene otra alternativa, ni mejor ni peor. Y la fuga del noruego Martin Odegaard al Arsenal, harto de la falta de minutos, no ha sido motivo suficiente para 'recuperar' a Isco. Todo un desprecio hacia Isco en su intento de superación.

Muchos achacan este 'castigo' de Zidane a la ‘pillada’ de los micrófonos de la televisión durante el último clásico disputado en el Camp Nou. “Si me tiene que cambiar, me cambia en el 50’ o 60’. A veces en el descanso. Si me tiene que meter, lo hace en el 80’”, se le escuchó decir con claridad a Isco quejándose del trato de su técnico.

Así las cosas, es entendible que el centrocampista malagueño quiera irse. Si por él fuera, lo haría este lunes, último día del mercado de invierno. Su problema es que el club madridista pide 40 millones de euros por su traspaso y no hay ningún club dispuestos a abonarlos. Su cotización ha caído en picado.