Así desconecta Zidane tras el clásico

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El técnico madridista se 'relaja' tras unos últimos partidos de tensión / EFE

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Zidane es el primero que ha decidido desconectar después de las últimas semanas de mucha tensión, algo que los más cercanos incluso han percibido en el francés. Porque el entrenador del Real Madrid ha estado excesivamente tenso con lo que suele ser su forma habitual de ser.

Lo primero que hizo Zidane nada más finalizar el encuentro ante el Barcelona el pasado domingo en el Santiago Bernabéu fue conceder dos días de descanso a la plantilla que tiene libre hasta mañana miércoles y así descansar después de las últimas semanas de intenso trabajo, especialmente los últimos siete días donde han afrontado el doble compromiso primero ante el Manchester City en la Liga de Campeones y después ante el Fútbol Club Barcelona con la Liga en juego. 

Y el primero en aprovecharlo ha sido entrenador francés que ayer lunes abandonó la capital de España para marcharse a Santander donde va a disfrutar de este descanso junto a uno de sus hijos, Luca Zidane, actual portero del Racing de Santander cedido por el Real Madrid durante toda esta temporada 2019-2020.

Si algo caracteriza al entrenador del Real Madrid es su espíritu familiar y esta vez ha decidido acercarse a ver a uno de sus hijos que sigue los pasos de padre en el fútbol profesional. El otro se encuentra desde el pasado mes de enero en Almería bajo las órdenes de Guti, después de unos meses en Portugal donde no ha tenido éxito alguno. 

Seguro que aprovechando la tranquilidad de la Playa del Sardinero podrá analizar la situación que sigue siendo comprometida para el Real Madrid. En Liga, pese a la victoria, continúa a sólo un punto del Barcelona en la clasificación liguera y el partido más importante de la temporada se jugará dentro de dos semanas con la vuelta en Manchester del encuentro de Liga de Campeones donde debe remontar el 1-2 en contra si quiere continuar en la máxima competición continental. 

Junto a sus viajes para desconectar, Zidane también tiene como práctica habitual el abandonar la capital de España y el domicilio que tiene en una de las zonas más céntricas de Madrid para desplazarse a una segunda casa que el francés ha adquirido recientemente a las afueras de Madrid y alejado del movimiento, estrés y ruido de la gran ciudad.