Vuelve Cristiano y el Real Madrid recupera el gol

Cristiano marcó el 2-0 al transformar un penalti

Cristiano marcó el 2-0 al transformar un penalti / EFE

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El Real Madrid tuvo un cómodo estreno en la Liga de Campeones ante un esforzado aunque inofensivo APOEL. La cómoda victoria, concretada gracias a dos goles de Cristiano Ronaldo y otro de Sergio Ramos, no sirvió para ocultar las deficiencias que el equipo de Zinedine Zidane está mostrando en este arranque de temporada, que volvieron a quedar de manifiesto en un primer tiempo para olvidar.

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Liga de Campeones 2017-2018

3
0
Alineaciones
Real Madrid
Keylor Navas, Carvajal, Nacho, Sergio Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, Kovacic (Kroos, 25'), Isco (Ceballos, 72'), Bale (Mayoral, 82') y Cristiano Ronaldo.
APOEL
Waterman, Vouros, Rueda, Carlao, Roberto Lago, Nuno Morais, Vinicius, Sallai (Farías, 60'), Ebecilio (Zahid, 73'), Aloneftis y De Camargo (Poté, 83').

El regreso de Cristiano Ronaldo sirvió para poner punto y final de una vez por todas a la falta de pegada que el conjunto madridista había exhibido en los dos últimos empates cosechados en la Liga, pero no acabó con las dudas por su discreto juego. Un voluntarioso e inocente APOEL tuvo bastante con acumular jugadores en el área para aguantar un resultado digno durante el primer tiempo.

El Madrid salió dispuesto a resolver por la vía rápida y se mostró amo y señor del partido desde un inicio. Era cuestión de tiempo que llegara el gol, aunque el APOEL se atrevió antes a poner a prueba a Keylor Navas (10') con un disparo lejano de Roberto Lago que el costarricense se vio obligado a despejar a córner.

Dos minutos después llegaba el 1-0. Como no podía ser de otra forma, llegó gracias al oportunismo de Cristiano Ronaldo, que sorprendió a Waterman con un disparo cruzado al aprovechar un gran pase al segundo palo de Bale. El gol animó a los blancos, que poco después tuvieron una nueva ocasión para ampliar distancias, aunque en esta oportunidad el remate de Cristiano a centro de Bale se marchó desviado.

lesión

La lesión de Kovacic, que fue reemplazado por Kroos, apagó un poco la ambición local. El APOEL no alteró el guión tras el gol y siguió a lo suyo, bien pertrechado en su área consciente de su enorme inferioridad técnica. La falta de ideas del Madrid le ayudó, sin duda, ya que los blancos se limitaron durante los siguientes minutos a intentar crear peligro mediante centros al área que no encontraron casi nunca rematador.

Al equipo de Zidane le faltó lucidez en este primer tiempo para afrontar el plan de su rival y apenas creó situaciones de peligro, más allá de algún disparo desviado de Cristiano.

El Real Madrid puso una marcha más tras el descanso y no tardó en ampliar diferencias en el marcador. Nada más arrancar la reanudación, Cristiano, muy motivado después de cuatro partidos en la grada por su aún no cumplida sanción por su expulsión en la Supercopa de España, reclamó un gol fantasma tras un disparo suyo que rebotó en el larguero, aunque el VAR dejó claro que el balón no había superado por completo la línea de gol.

Poco después el portugués no desaprovechó el regalo de Roberto Lago, que de forma absurda interceptó con la parte superior del brazo un centro dentro del área. Transformó el penalti y acabó con la resistencia de un APOEL que en los siguientes minutos lo pasó bastante mal encerrado en su área. Primero fue Isco el que desperdició un mano a mano ante el portero. Luego llegó el 3-0 gracias al ímpetu de Sergio Ramos, que aprovechó un rebote de la zaga tras un centro para rematar de chilena en el área pequeña, ejerciendo así de delantero centro.

De ahí al final el partido fue un monólogo de Cristiano Ronaldo intentando conseguir el tercer tanto de su cuenta particular, pero no pudo lograrlo al caer varias veces en fuera de juego.