Vinicius demanda minutos a Zidane desde Miami

Vinicius emula una de las mejores jugadas de Ronaldinho con una brutal espaldinha ante el Villarreal

 Vinicius realizó un espectacular gesto técnico ante el Villarreal que levantó la admiración de un Bernabéu poco animado / LALIGA

Alba López

En apenas un verano Vinicius Júnior ha pasado de ser la gran esperanza del Real Madrid a un bulto sospechoso dentro del vestuario blanco. Apenas queda rastro de ese jugador que enamoró al Santiago Bernabéu con la alegría y desparpajo de su fútbol la temporada pasada.

Zidane alineó al brasileño como titular en el estreno liguero ante el Celta en Balaídos a causa de las lesiones que arrastraba el equipo, pero en las dos siguientes jornadas ante Valladolid y Villarreal sólo contó con él como revulsivo, síntoma de que no termina de confiar en el carioca y motivo por el cual el chaval ha visto minada su confianza hasta límites insospechados.

La prueba más clara es que ya no se va de nadie y si en el curso anterior ya le costaba ver puerta en esta nueva campaña directamente ni se atreve a mirar a ella optando por el pase fácil al compañero de al lado. 

Brasil, un oasis

En Miami, donde Vinicius se encuentra concentrado con la selección de Brasil, el 'garoto' trata de recuperar la sempiterna sonrisa perdida al lado de Neymar, su gran ídolo de la infancia, también inmerso en un auténtico viacrucis tras su frustrado fichaje por el Barcelona.  

La 'Canarinha' afronta estos días dos amistosos ante Colombia (7 de septiembre) y Perú (11) y se espera el debut del madridista. Mientras, ante la prensa, el chico dispara con bala en dirección a Concha Espina pidiendo minutos. "En todos los clubes, a los diestros les gusta jugar por la izquierda, como a Hazard. Y aquí también. Cada uno tiene características diferentes y es el entrenador el que decide. Al principio siempre es complicado, pero me estoy adaptando bien en mi nueva posición; por la derecha tengo mucha más dificultad. Estoy entrenando y pidiendo a Zidane que me ponga ahí. Izquierda o derecha, tener la posibilidad de jugar en ambos costados me ayuda. Tanto en el Madrid como en la selección", explicó en rueda de prensa.

El delantero, a su vez, reconoció que vive "un sueño" tras ser llamado por Tite con los 'mayores'. "Estoy feliz de estar aquí. Es difícil creer que a los 19 años te ocurra esto, al lado de los mejores jugadores, al lado de mi jugador favorito (Neymar) y de las personas que siempre seguí", afirmó Vinicius. "Todo es parte del proceso. En marzo estaba en el mejor momento de mi carrera, pero me lesioné y no vine, pero sé que Dios tiene un propósito para mí y mi familia me tranquilizó diciéndome que todo llegaría en el momento adecuado. Ahora estoy aquí en la primera convocatoria de renovación y estoy muy feliz", dijo.

Balance blanco

Vinicius también hizo referencia en su comparecencia ante los medios a su sonada llegada al Real Madrid después de que los blancos abonaran 45 millones de euros por su pase al Flamengo, club que le vio crecer. "La diferencia es muy grande. Cuando llegué al Real parecía que acababa de pasar de la base al profesional. Casemiro y Marcelo siempre me dijeron que en dos meses (en el Real) iba a evolucionar mucho más que en un período largo en Brasil. Y estoy jugando con los mejores. Eso me motiva y me obliga a estar más concentrado para llegar al nivel de ellos", afirmó. 

En la capital, sin embargo, las cosas no le están yendo como esperaba después de irrumpir con muchísima fuerza el último año en el equipo tras la destitución de Julen Lopetegui y la llegada de Santiago Solari al banquillo. El argentino le concedió galones de crack y él correspondió sobre el terreno de juego echándose a su espalda el peor Real Madrid de los últimos años, un conjunto de entreguerras que naufragó a la deriva durante muchos meses pero en el que Vinicius fue capaz de mantener la llama de la ilusión viva dentro del madridismo más recalcitrante.

Un paso atrás

Zidane, no obstante, siempre ha mirado al chico con desconfianza y esa circunstancia ha terminado de calar en él, un mar de dudas tras los vaivanes de su técnico, quien después del fichaje de Hazard buscó acomodo al brasileño en la derecha, donde no termina de encontrarse cómodo como ha reconocido en innumerables ocasiones. El técnico francés tiene ahora la patata caliente en sus manos. Mientras, Florentino vislumbra todos los movimientos desde la lejanía. La tensión se ha instalado en la Casa Blanca.