El Real Madrid gana de pena máxima

Lucas Vázquez y Asensio debían llevar la iniciativa del Real Madrid ante el Fuenlabrada en el estadio Fernando Torres. A la hora de la verdad, nada de nada. Los dos futbolistas, teóricamente titulares o así creen ellos serlo, debían llevar la iniciativa ante un equipo inferior. Pero les costó, tanto que no se les vio ante una defensa sólida, solidaria y ordenada que les impidió ejercer de mandamases del conjunto blanco.

En cambio, dos otros futbolistas, menos mediáticos pero que apuntan maneras, Marcos Llorente y Ceballos, que juegan mucho menos, muchísimo menos, fueron mejores que ellos. De hecho, protagonizaron las jugadas con mayor peligro del encuentro en la primera parte. El Fuenlabrada se defendió bien, con mucho orden, consciente de que esa era la única oportunidad de intentar llegar al Bernabéu con opciones de intentar que pasase alguna cosa. El tiempo dirá y la diferencia, el potencial, entre uno y otro club es tan bestia que se hace difícil creer que podría haber algún tipo de sorpresa. Pero fútbol es fútbol y peores cosas se han visto. En la primera mitad la mejor ocasión fue de Llorente, un portento cortando, pero, cuando le dejan, también atacando. Marcos recibió un balón en la frontal en el minuto 44 y disparó. El balón lo tocó Codina lo suficiente como para que se estrellase en el larguero. Ahí acabó el primer tiempo. Con un 0-0 que hacía mérito a lo visto.

Un cuarto de hora tardó Iglesias Villanueva en arreglar lo que tenía poco solucion: penalti inexistente del Fuenlabrada. Señaló dentro del área un agarrón que se había producido fuera sobre Achraf. Asensio abrió el marcador desde los once metros. El trabajo, prácticamente, estaba hecho. En parte gracias al colegiado. Una vez más.Pero por si había alguna duda, hubo otro penalti, también inexistente, para que quien tampoco había hecho nada en la primera mitad, lo hiciese en la segunda como Asensio. En esta ocasión un agarrón, suave, casi imperceptible, sobre Theo, que se giraba al mismo tiempo que caía mirando al árbitro, que picó (o no), señalando la pena máxima. Vázquez marcó. Así que Marco y Lucas, casi sin quererlo, casi sin hacer nada, pusieron un 0-2 que dejaba la eliminatoria vista para sentencia. A otra cosa mariposa.