Valverde lideró el centro del campo de Zidane

Fede Valverde se sumó a la goleada del Madrid en Ipurua

Fede Valverde se sumó a la goleada del Madrid en Ipurua / LALIGA

Alba López

A principio de temporada, la sombra de la duda se cernía sobre el Real Madrid después de un mercado de fichajes aciago en el que a pesar de desembolsar más de 300 millones de euros el equipo se había debilitado en la parcela del centro del campo. Zinedine Zidane solicitó a Florentino Pérez insistentemente la contratación de Paul Pogba y el club le trajo a JovicMilitao Mendy. En otras palabras, esperaba un sofá y le trajeron una lámpara (Rafa Benítez dixit). Entretanto, además, tomaron la puerta de salida Ceballos y Llorente.

Con sólo cuatro centrocampistas puros en la plantilla, el horizonte no podía divisarse más oscuro. Sobre todo, teniendo en cuenta la avanzada edad de Modric, las malas sensaciones que había dejado Kroos en la campaña anterior y la ausencia de un sustituto natural para Casemiro, circunstancia que podría fundir al brasileño en cuestión de meses.

El descubrimiento

Nadie contaba en la ecuación, sin embargo, con la irrupción de Fede Valverde, el protegido y ojito derecho de Zidane dentro del grupo desde su regreso al banquillo del Real Madrid. Con Santiago Solari se dejó ver ya el charrúa el curso pasado, pero ha sido Zidane quien le ha concedido galones de jefe en el centro del campo blanco.

Y a partir de ahí ha empezado a crecer el Real Madrid, de la mano de un chaval de 21 años que se graduó este miércoles en el Camp Nou liderando la sala de máquinas del equipo ante todo un Barcelona, muestra de la personalidad que atesora a su corta edad. Fue Valverde el factor diferencial del Real Madrid en un Clásico que no pasará a la historia por su belleza pero sí se recordará como el día en que Zidane dejó de ser considerado alineador profesional para transformarse en técnico por pleno derecho.

Acertó Zizou de lleno con el 4-4-2 que empleó en la Ciudad Condal, así como con con la titularidad de Isco. Esas dos decisiones cambiaron el encuentro ante el Barça y lo volcaron en la portería de Ter Stegen durante buena parte del duelo. No hay duda de que es el esquema que ha elegido Zidane para las grandes noches. Está por ver, no obstante, que hará el galo cuando vuelva Hazard. Todo hace indicar que Gareth Bale será el sacrificado. Lo único incuestionable es que Valverde se ha ganado un puesto fijo en la medular madridista. Si el reloj funciona, no trates de arreglarlo.