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REAL MADRID

Toque de atención de Ancelotti a Vinicius

El italiano se cansó de la desidia defensiva del brasileño y lo amenazó con quitarle si no se implicaba con equipo, y apareció su mejor versión

Así reaccionó Vinicius cuando la afición del Atlético le cantó: "balón de playa"

Así reaccionó Vinicius cuando la afición del Atlético le cantó: "balón de playa" / Movistar

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Vinicius se ha abandonado en defensa de un tiempo a esta parte. Solo se activa cuando le llega el balón y su individualismo desactiva a sus compañeros, que le han dejado por imposible.

Ante la Real Sociedad se volvió a ver a ese Vinicius indolente, sobrado y nada implicado con sus compañeros en tareas destructivas. Una constante que Ancelotti cortó de raíz cansado del libertinaje de su jugador.

Amenaza de banquillo

En un momento del segundo tiempo, el técnico italiano se dirigió enfadado al brasileño exigiéndole que se ayudara en defensa y lo amenazó con mandarlo al banquillo.

Así lo reconocía Ancelotti. “Sí, le di un toque y cambió su ritmo para ser determinante”, aseguró algo irritado, pero la reprimenda funcionó porque le quitó los pajaritos de la cabeza para ver la mejor versión del brasileño.

Ancelotti, en el partido ante la Real Sociedad

Ancelotti, en el partido ante la Real Sociedad / Bernat Armangue / AP

Vinicius vivió hasta entonces de la excelente asistencia que había dado a Endrick para empatar el partido (1-1), que su compatriota no desaprovechó.

Después, se acomodó en la banda sin ayudar en defensa a Camavinga y a Alaba, que sufrieron con las internadas de Kubo, que recibía siempre con comodidad para perfilar los ataques de su equipo por la derecha. Una actitud que no es nueva pero que acabó desatando la furia de Ancelotti.

Ni las patadas le frenaron

A partir de la amenaza del italiano, el brasileño apareció en el partido para ser una pesadilla para la Real Sociedad, que recurrió a las patadas para frenarlo ante la vista gorda de Alberola Rojas.

El brasileño se desesperaba con la agresividad de Aramburu, que siguió a las suyas hasta que el colegiado decidió amonestarle por una patada más por detrás a los 74 minutos de partido. Imanol reaccionó en un plan que tenía previsto y sentó al lateral para sustituirlo por Traoré.

Vinicius, molesto con el árbitro

Vinicius, molesto con el árbitro / AP

Pero era tarde, Vinicius estaba en llamas. El toque de Ancelotti hizo efecto y el malí no pudo con él. El brasileño se echó al Madrid a la espalda en ataque y revolucionó el partido con sus internadas para ayudar a la clasificación para la final de la Copa del Rey.

Protagonizó varias jugadas que llevaron su firma y dio otra asistencia a Bellingham para el 2-3 que equilibraba la eliminatoria ante una defensa donostiarra que ya no pudo pararle.