Más temor al árbitro de Ceferin que al Chelsea

Las amenazas del presidente de la UEFA por el intento de creación de la Superliga alertan al Real Madrid

Se temen una encerrona como al Barça femenino en la Champions ante el PSG, al que birlaron dos penaltis

El Madrid teme al arbitraje por las amenazas de Ceferine

El Madrid teme al arbitraje por las amenazas de Ceferine / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Tiempos de alboroto se viven en el fútbol por la gestión inmovilista de FIFA y UEFA en el abuso del calendario en el que explotan los activos de los clubes que son los jugadores. Un grupo de 12 equipos han intentado montar su NBA pero el proyecto ha quedado frenado y los implicados señalados, con el Real Madrid de Florentino Pérez a la cabeza.

Aleksander Ceferin, 53 años, presidente de la UEFA se ha convertido en enemigo desbocado de los promotores de esa competición elitista e intenta por todos los medios pasar factura sin reparar en los medios. Ha intentado que el Real Madrid fuera eliminado y que no jugara las semifinales y airea una batería de sanciones contra los clubes cabecillas.

ZIDANE: “SI PENSAMOS EN ESO ES MUY JODIDO”

Pero lo que tiene más a mano es lo que controla y una de las partes que está bajo su mando es el colectivo arbitral. Por todo ello el Madrid tiene más miedo al árbitro de Ceferine que al Chelsea. El holandés Makkelie es uno de los árbitros de confianza de la UEFA que pita su primera semifinal. Un policía de profesión del que esperan actúe con independencia. “Si pensamos en eso es muy jodido, el resto no lo podemos controlar”, avisa Zidane.

Makkelie tiene fama de anti casero. Desde 2014 ha pitado 29 encuentros de Champions, con un balance favorable a los equipos visitantes que han ganado 14 partidos ante los 11 de los locales. En el Madrid solo esperan que el neerlandés no atienda las denuncias desproporcionadas y tiránicas del presidente. De momento el Barcelona ya ha pagado una cuenta en la semifinal de la Champions femenina. Ante el PSG le 'robaron' dos penaltis que confirman las sospechas de una mano negra que favoreció al equipo de Al Khelaifi, el mejor socio del esloveno.