El show de Cristiano Ronaldo se desinfla

Cristiano Ronaldo seguirá en el Real Madrid

Cristiano Ronaldo seguirá en el Real Madrid / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Cristiano Ronaldo seguirá en el Real Madrid. Así se lo ha comunicado su agente, Jorge Mendes, al presidente, Florentino Pérez, después del show que montó el jugador tras conocer sus problemas con el fisco español. 

Amenazó con abandonar España y, con ello, la disciplina del club madridista. Aquello de que su salida era “irremisible” ha quedado en una amenaza vacía, en una pataleta de niño mimado. Ahora falta que se lo diga personalmente a su presidente, cita prevista para el inicio de esta semana, y que pida disculpas a sus seguidores, reconociendo que fue un calentón que pagó con su club atizado por esos asesores que no paran de confundirle.

Sale perdiendo

Cristiano no dejará el Real Madrid en vísperas del Mundial de Rusia. Cambiar LaLiga por otra sería perder tiempo y competitividad, además de que sus ingresos publicitarios caerían de un 15 a un 20 por ciento. “Sé que Cristiano está enfadado, pero creo que seguirá”, diagnóstico con acierto Florentino Pérez. Pero también respetaría que pida irse a cambio de que llegue con una oferta que colme las exigencias del club.

El problema es que Mendes no ha encontrado un club dispuesto a invertir los 200 millones que quiere el Real Madrid por una estrella de 32 años. Otro fracaso del portugués en su segundo pulso al Madrid. El primero, cuando le pidió a Florentino una subida o se iba, y el presidente le dijo que vale, pero que trajera el dinero para fichar a Messi. Y es que en su prepotencia debió pensar que habría cola de clubes a la puerta de su casa de La Finca si anunciaba que se iba del Real Madrid.

Ahora tendrá que afrontar su despecho ante una afición desengañada. Harta de sus niñerías, de sus reacciones de crío mimado, de su arrogancia y prepotencia. Para el madridismo su club está siempre por encima de sus jugadores. Cristiano también. Le idolatran como goleador, pero no le lloran como madridista. Lo suyo es un contrato de conveniencia y no de sentimiento. Puede pedir que no le piten, pero si lo hace mal le silbarán porque ellos son el Madrid. Él ha demostrado que no.