El Sevilla pondrá a prueba a los cuestionados del Real Madrid

El partido ante el Chelsea dejó muchos señalados que se juegan su futuro de blanco ante los hispalenses

Florentino Pérez prepara la renovación de la plantilla y no será la mismo ganando el único título que les queda

La continuidad de Ramos en el Real Madrid está en el aire

La continuidad de Ramos en el Real Madrid está en el aire / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

En el Real Madrid asumen su inferioridad física y futbolística ante el Chelsea que le ha apeado de la final de la Liga de Campeones, pero el partido dejó muchos señalados que no estuvieron a su nivel habitual y algunos se juegan su futuro ante el Sevilla. Será una final porque de perderla sus opciones por ganar el único título que les queda se evaporarán en la carrera que mantiene con el Barça y el At. Madrid y a la que se sumaría de nuevo el Sevilla.

Son tres puntos vitales para seguir vivos, porque luego tiene tres partidos difíciles para alcanzar la meta: Granada, Athletic y Villarreal. Los que se juegan más son algunos futbolistas empezando por Sergio Ramos, que podría despedirse del Madrid por la puerta de atrás si no renueva y el equipo no gana nada esta temporada. Su renovación sigue en el aire y en el Madrid tampoco es que apetezca demasiado seguir contando con un jugador que antepone sus intereses económicos a seguir en el club en el que ha estado los últimos 16 años y al que le ofrecen un gran contrato pese a sus 35 años. 

HAZARD Y ZIDANE

Otro que tiene mucho que demostrar es Eden Hazard. El belga está en la picota, pero si su equipo no renueva el título liguero su posición será aún más incómoda al no aportar nada siendo la estrella de la plantilla y el fichaje más caro en la historia del club además de ser el que más cobra. Zidane también podría despedirse si no gana algún título en respuesta a esa política de Florentino de echar a los entrenadores que no ganan nada.

Sin títulos hasta el presidente estará obligado a gastarse lo que no tiene para ilusionar a una parroquia que se ha vuelto sufridora. Muchos jugadores se juegan su futuro, aunque algunos ya saben que no seguirán. Las críticas volverán a llover sobre un proyecto que no ilusionó a nadie y que confirmará que ha sido fallido si acaban el curso en blanco. Una plantilla sin refuerzos y mal confeccionada que dejó que la única cara nueva se fuese en enero, Odegaard, al que habría necesitado.