Sergio Ramos, otra excusa para tapar la debacle

La excusa Sergio Ramos no cuela. El central tiene cierto predicamento entre los medios madridistas que se agarran de manera permanente a su figura cuando al Real Madrid le van mal las cosas, e incluso algunos claman al cielo por no haber abordado su renovación sea al precio que sea y obviando que tiene 34 años. Ramos es más importante por su jerarquía que por su fútbol, es un hecho. Es la prolongación de Zidane, pero no es el salvador de un equipo a la deriva como ha quedado demostrado en las dos dolorosas derrotas ante el Cádiz y el Shakhtar.

Ramos es una referencia en el campo. Ordena al equipo, tira de él con sus órdenes y con sus arrancadas o subidas al ataque, pero futbolísticamente tiene los mismos problemas que sus compañeros. El partido de Ramos ante el Cádiz no fue diferente al que hicieron los demás madridistas. Se justificó la derrota asegurando que el problema estuvo en las ausencias de Casemiro y Kroos. Ante el Shakhtar justifican que la ausencia del capitán fue clave, y tiran de estadísticas para justificar que el Madrid sin Ramos en Europa es menos Madrid. Este Madrid es menos con Ramos que sin él, pero también sin Casemiro, Kroos, Courtois o Carvajal, porque el equipo atraviesa una crisis que alcanza a todos.

RELEVANTE EN LA CHAMPIONS

Es cierto que los resultados del Madrid sin Ramos en la Champions han sido malos, seis derrotas de ocho partidos sin él. Pero esas mismas estadísticas dicen que la temporada pasada en sevillano se perdió 7 partidos y el Real Madrid ganó 5, en los que marcó el doble de goles, 15, de los que encajó, 7. Las estadísticas se utilizan muchas veces por intereses y no por demostrar realmente sus consecuencias. Ramos es un engranaje fundamental en el Real Madrid de Zidane, es su continuación en el campo y en el vestuario, pero como Casemiro, el central no tiene sustituto natural porque Militao es central diestro y no zurdo.

Ramos no es más importante en el equipo que Casemiro, Carvajal, Kroos, Varane o Courtois, jugadores que debilitan el equipo cuando no juegan. No es el caso de Benzema, que pese a jugarlo todo, el Madrid no abandona la crisis goleadora desde que salió Cristiano Ronaldo. Esa es la raíz de una trayectoria errática a la que Zidane no encuentra salida y que se sujeta en los seis jugadores mencionados para mantener en pie un proyecto en descomposición.