El Madrid ofrece 45 millones de euros por Rodrygo

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Neymar Jr. de 2011 a 2013, Gabriel Jesus en 2016, Vinicius Jr. en 2017,…. y ahora, en 2018, Rodrygo Goes. La historia se repite. Siguiendo los pasos marcados por el Barcelona, el Real Madrid vuelve a llegar tarde a la hora de intentar el fichaje de una estrella emergente del siempre fructífero mercado brasileño.

Y a la hora de intentar convencer la última perla del Santos FC, Florentino Pérez recurre a su  manual clásico. Aquel con el que pretende recuperar el tiempo perdido, encareciendo la operación y ofreciendo un precio absolutamente fuera de mercado. En esta ocasión, la primera puja por el extremo del Santos, 17 años, ha sido 45 millones de euros, cinco menos de lo que indica su cláusula de rescisión.

Al Barcelona no le ha sorprendido la irrupción merengue, teniendo en cuenta que las principales cancillerías del fútbol europeo han tanteado a la familia y a la agencia que lo asesora profesionalmente.

El Madrid es lógicamente un duro competidor, como se evidenció un año atrás con Vinicius Jr., pero el Barcelona no pretende cambiar su planificación, ni acelerar los plazos de contratación que ya han sido estipulados, y con los cuales, la familia y el entorno profesional de Rodrygo Goes estarían de acuerdo.

La secretaría técnica tiene muy claro que no participará en ninguna subasta, que es el escenario más favorable para el club vendedor, en este caso el Santos, y para Florentino, que se rige por el propio ego y no por los precios de mercado. El Barça ya evitó esta situación con Neymar, Gabriel Jesus y Vinicius Jr. y no morderá el anzuelo madridista con el nuevo aprendiz de crack que ha revolucionado el fútbol brasileño en este 2018.

El Madrid y su oferta de 45 millones de euros, en principio, no ha inquietado en demasía a la secretaría técnica blaugrana, que lleva meses trabajando con el entorno familiar y profesional de Rodrygo.

Como SPORT informó en exclusiva, los agentes de Rodrygo, y el padre del jugador, ya han estado este año en Barcelona para tener una primera toma de contacto con el club. Las negociaciones se aceleraron el pasado mes de mayo, cuando el Barça se sentó a negociar con el Santos. La delegación blaugrana estaba encabezada por el manager deportivo, Pep Segura, y por el CEO, Òscar Grau, que se había desplazado a Sao Paulo con una cartera de asuntos no deportivos a tratar.

La primera oferta blaugrana rondó los 30 millones de euros y fue rechazada por el presidente del Santos, José Carlos Peres. Este es el techo estipulado por el club, por un joven futbolista, con contrato hasta julio de 2022 (a pesar que la FIFA solo reconoce contratos de tres años de duración firmados por menores de edad).

La praxis habitual en este tipo de operaciones indica que Rodrygo acabaría renunciado al porcentaje de los derechos económicos que detiene, en este caso un 20%. En el escenario que alguien pague la cláusula de rescisión, al Santos le corresponden 40 millones de euros, y este es un valor que el Barça no solo no va superar si no que, ni tan siquiera, se plantea acercarse.

El Barça sabe que cuenta con la preferencia de Rodrygo y de su familia. El plan de carrera que le presentó Pep Segura reafirmó sus propias condiciones de completar la fase de formación en Brasil, antes de dar el salto al Camp Nou.

De momento, se están cumpliendo todas las etapas reflejadas en la hoja de ruta blaugrana. El próximo paso es el inicio de una nueva ronda de conversaciones con el Santos FC, que el Barça espera que sean definitivas.

La intención es atar al joven jugador, que permanecería en su actual club hasta el verano de 2020, cuando tenga 19 años y ya haya cumplido dos temporadas y media en el primer equipo del Santos.

En este 2018, con solo 17 años, Rodrygo se ha afianzado como titular en el Santos, donde ha disputado la fase de grupos de la Copa Libertadores de América y el Brasileirao, que ya ha superado el primer tercio del calendario.  Ya suma 9 goles en 29 actuaciones.

¿Por qué el Madrid va a por Rodrygo?

Desde el punto de vista deportivo, no hay ninguna lógica en el interés madridista por Rodrygo Goes, a no ser que sea el penúltimo capricho de Florentino Pérez.

En mayo de 2017, el Madrid lanzó la casa por la ventana con Vinicius Jr., por quien desembolsó 61 millones de euros, 16 millones de los cuales en comisiones. Resulta que el actual futbolista del Flamengo (nacido en julio de 2000) juega de extremo izquierdo, la misma posición que ocupa Rodrygo (nacido en enero de 2001) y también Neymar Jr., el gran sueño de consumo de todo el madridismo.

Si se concretaran las tres operaciones (la de Neymar es imposible este verano) habría un overbooking en el flanco izquierdo del ataque. Por mucho que Vinicius diga que le encantaría jugar junto a Neymar, la presencia del ahora 10 del PSG, le obligaría a buscar un nuevo destino táctico.

En este escenario, no se entiende por qué el Madrid se ha interesado por Rodrygo, por mucho que la joya santista, más polivalente que Vinicius, pueda actuar en más posiciones, como ya ha hecho este año en el Santos: como segunda punta, donde maximiza su finalización, o, incluso, como el tradicional ‘10’ brasileño, que hilvana todo el juego ofensivo.

Una vez más, todo parece indicar que Florentino, jugando a ser secretario técnico, está obsesionado en completar su particular álbum de cromos, por mucho que estos sean repetidos.