Nuevo batacazo del Real Madrid en Liga

07 ENE 2018 22:34

Nuevo pinchazo del Real Madrid en Liga. Y ya van unos cuantos. El conjunto blanco no pudo pasar del empate ante el Celta (2-2) en Balaídos y se queda a 16 puntos del FC Barcelona en la clasificación de LaLiga Santander. Todo un mundo. Los de Zidane fueron capaces de dar la vuelta al partido en cinco minutos, pero desconectaron en la segunda mitad y acabaron perdidos y sin rumbo. Una vez más.

CEL

RMA

Alineaciones

Celta
Rubén, Mallo, Roncaglia, Cabral, Jonny, Wass (Jozabed, m.91), Radoja (Lobotka, m.73), Tucu Hernández, Sisto (Mor, m.75), Iago Aspas y Maxi Gómez.

Real Madrid
Keylor Navas, Achraf, Nacho, Varane, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric (Lucas Vázquez, m.75), Isco (Kovacic, m.76), Bale (Asensio, m.85) y Cristiano.

En los primeros compases del duelo, las llegadas a la meta de Rubén Blanco se sucedieron por parte de los pupilos de Zidane. Eso sí, todas ellas sin ningún tipo de peligro para los intereses locales.

No sería hasta pasados los diez minutos de partido cuando llegaría la primera ocasión considerable que nació de un error de la zaga celtiña. Cristiano Ronaldo rebañó un balón dividido y se lo dejó a Marcelo que no logró acertar entre los tres palos desde la frontal. Acto seguido, el Celta se desperezó. Una excelente jugada individual desde la banda derecha de Hugo Mallo no la pudo materializar Iago Aspas, ya que su disparo con la pierna izquierda se topó con el poste de la meta de Keylor Navas.

El desacierto en la zona ofensiva fue el común denominador de un Real Madrid aburrido y desacompasado sobre el césped de Balaídos. Ni las subidas de Marcelo ni un disparo lejano de Casemiro surtieron efecto. Minutos después el danés Daniel Wass desaprovechó, de nuevo, la oportunidad de avanzar en el marcador a los locales tras un disparo cruzado desde el borde del área.

tres goles en cinco minutos

Pasada la media hora de encuentro, el choque se revolucionó por completo. Un despiste en la marca de Marcelo permitió a Wass plantarse solo ante Navas y batirlo con una exquisita vaselina. Balaídos enloqueció, pero poco duraría la alegría para los aficionados locales ya que, en apenas dos minutos, Bale anotó dos goles, prácticamente de forma consecutiva, que dieron la vuelta al partido. En el primero aprovechó a la carrera un pase milimétrico de Toni Kroos para enviar el balón al fondo de la red y en el segundo definió sin problemas con la punta de la bota tras una asistencia de Isco.

Casemiro, como casi siempre, dejó la nota negativa de la primera mitad tras codazo sin sentido a Hugo Mallo cuando ya había perdido la posesión del balón. El colegiado Santiago Jaime Latre le perdonó la roja y decidió mostrarle la primera amonestación del partido. Con 1-2 para los blancos se llegó al tiempo de descanso.

tímida reacción tras el descanso

Tras la reanudación, el Real Madrid parecía querer cerrar el partido, pero las ocasiones de Cristiano e Isco no vieron puerta. Poco después, el Celta, obligado a salir de su campo, se adueñó de la posesión de balón y Jonny tuvo en sus botas el empate. El lateral probó suerte con un disparo lejano que se acabó marchando alto.

El Madrid perdió el rumbo y Aspas volvió a emerger como líder absoluto del conjunto celeste cuando el partido se complica. Una jugada aislada suya por el centro de la defensa blanca le dejó, de nuevo, solo ante Keylor Navas, que no pudo hacer otra cosa que derribarlo para evitar un gol cantado. Jaime Latre señaló penalti y lo amonestó, pero el costarricense acabó adivinando las intenciones del atacante vigués desde los 11 metros.

En el tramo final del encuentro, el partido se rompió y el Madrid, como viene siendo habitual en la competición doméstica lo acabó pasando muy mal sin balón, encerrado y con un Cristiano desaparecido. Unzué lo intentó dando oxígeno con la entrada de Lobotka y Mor y el equipo reaccionó. Wass, con un gran centro desde la banda derecha, colocó un balón perfecto para que Maxi rematase de cabeza a placer engañando por completo a Navas. El Madrid se activó, pero ya era demasiado tarde. Rubén salvó un disparo de Lucas Vázquez a bocajarro 'in extremis'. Otro pinchazo. Y la Liga, demasiado lejos. Papelón para Zidane.