El Real Madrid las ve cuadradas

El Real Madrid se estrella ante el Athletic

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Real Madrid dio un baño al Barça, es la esencia del fútbol, crece cada día más con Zidane y merece ya el triplete, pero no pasó del 0-0 ante el Athletic en casa. Un gol en tres partidos, el que marcó Benzema tras subir Courtois en un córner. 

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LALIGA SANTANDER

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Alineaciones
REAL MADRID
Courtois, Carvajal, Militao (Nacho, 57'), Ramos, Mendy, Valverde, Kroos, Modric, Vinicius (Jovic, 73'), Rodrygo (Bale, 61') y Benzema.
ATHLETIC
Unai Simón, Yeray, Núñez, Iñigo Martínez, Yuri, Vesga, Dani García, Lekue, Williams (Beñat, 85'), Raúl García y Kodro (Villalibre, 72').

Zidane dio la batuta a Modric y lo celebró el Bernabéu porque para el estadio madridista Modric es el fútbol. Y lo fue durante cierto periodo de tiempo, pero está lejos de ser lo que fue. E incluso así le sobra para ser el mejor de su equipo. Pero ahora toca celebrar a Fede Valverde, que empieza a sacar la cabeza y pide meter el cuerpo entero. Zidane también ha tomado nota. Arriba, examen para Vinicius, Rodrygo y toda la responsabilidad del gol para Benzema. El Athletic apareció con cinco defensas y Williams arriba. A su lado, Kodro. Que ruede el balón.

Lo primero destacable es ver a Vinicius hacer de Vinicius: recorte delicioso en el área para, con todo a favor, disparar al cuerpo de Unai Simón. El balón acabó rebotando en el cuerpo del brasileño y ni siquiera llegó a ser córner. Puro Vinicius. La respuesta fue un uno contra uno de Williams frente a Ramos. Al vasco se le hizo de noche.

Ante tanta tontería, Toni Kroos agarró el balón en su casa, se abrió camino ante la pasividad de la defensa rojiblanca y disparó con la zurda. Unai Simón rechazó al larguero con la cabeza un golpeo duro y potente. La mejor ocasión hasta el momento, como si el alemán quisiera mostrar a sus jóvenes y habilidosos compañeros que el camino más corto hacia el gol es la línea recta.

Wiliams, lo único destacable del Athletic, respondió con un disparo que Courtois envió a córner. La mejor ocasión visitante hasta ese momento. Modric, que como Kroos buscaba hacer felices a sus jóvenes y habilidosos compañeros, se la puso para que rematara Vinicius en plancha. Su remate fue un esperpento, un insulto a Santillana

Benzema mejoró lo de su compañero con un remate de cabeza a las manos de Unai Simón. Luego intentó driblarse al meta, lo hizo y, a portería vacía, en lugar de disparar, centró no se sabe a quién. El mejor delantero centro del mundo sin porterías. Para colmo, el rechace de Iñigo Martínez cayó cerca de Vinicius, así que ya no pasó nada más. El Athletic estaba fuera de peligro.

Llegó el minuto 40 y se entró en ese cuarto oscuro en el que al rival del Real Madrid siempre se le apagan las luces. Esta vez fue al revés. La oscuridad vestía de blanco: Benzema remató a la grada y Kodro lo hizo a la escuadra. El árbitro invalidó el gol por fuera de juego. Lo era. Pero el susto dejó pálido al Bernabéu, ya normalmente níveo.

Militao recibió un golpe nada más arrancar el segundo tiempo y entró Nacho. Lo primero que hizo fue  rematar de cabeza al larguero. Vinicius empezaba a sonrojarse. Cualquier estaba más cerca del gol que él. Cuando empezó a calentar Bale, sus piernas y las de Rodrygo empezarona flaquear. Salió cara y Rodrygo se fue sin haber sudado. A su compañero le quedaban vidas

El partido era un tostón porque el Madrid se estrellaba una y otra vez en la defensa tupida del Athletic, que, además, no era capaz de salir nunca con peligro. Lekue se rebeló ante ello y puso un centro que Carvajal envió a córner para evitar el gol de Williams, que habría rematado solo. Zidane no aguantó más y le dijo a Vinicius que se fuera al banquillo, que entraba Jovic. Ramos cogió el mando y se fue hacia arriba en jugadas a balón parado. Se olvidó de no usar los brazos como si fueran aspas de ventilador. Le pitaron una falta tras otra y acabó viendo la amarilla poco después.

Jovic enseñó en dos minutos cómo debe rematarse un centro lateral, pero el balón se estrelló en la base del poste. El tercero para los blancos, que, llegados al noventa, vieron seis minutos en la pizarra. Como diciendo: "¡Hasta que marque el Madrid!". Ni hubo VAR ni pasó nada en 45 minutos, pero qué más da. Cuando faltaba un minuto fue Lekue quien la tuvo con un disparo con la zurda que se marchó fuera. Luego Villalibre hizo sudar a Courtois, que rechazó un cabezazo que era el 0-1. El Real Madrid la ve cuadrada.