Lopetegui gana tiempo entre los silbidos del Bernabéu

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Una predecible pero sufrida victoria ante el rival más débil del grupo dio un poco de aire a Julen Lopetegui en el banquillo del Real Madrid. Frente a un equipo más cuajado, es probable que el Madrid hubiese sumado un nuevo tropiezo, porque su juego siendo presentando más dudas que certezas y sus lagunas defensivas le convierten en un equipo poco fiable.

116075

Liga de Campeones

2
1
Alineaciones
Real Madrid
Keylor; Lucas Vázquez, Nacho, Ramos, Marcelo; Modric, Casemiro, Kroos, Isco (Valverde, min. 53); Bale (Asensio, min. 74) y Benzema (Mariano, min. 88).
Viktoria Pilsen
Hruska; Reznik, Hejda, Hubnik, Limbersky, Prochazka (Horava, min. 64), Hrosovsky; Cermak, Havel (Ekpai, min. 75), Petrzela (Reznicek, min. 85), y Krmencik.

Pese a ello, Lopetegui salvó el 'match ball' gracias a los goles de Benzema, en la primera parte y de Marcelo en la segunda. En un partido similar al que ha jugado en las últimas semanas, el equipo de Lopetegui tuvo ocasiones, pero le faltó picardía y acierto en el remate para sentenciar los partidos. La falta de gol y de solidez defensiva han condenado al entrenador vasco. 

Consciente de que afrontaba un partido sin red y de que su destitución puede ser una realidad inmediata, Lopetegui decidió agitar a su equipo desde la defensa:apostó por Lucas Vázquez como lateral derecho y por Nacho como central, en un intento de ganar solidez defensiva. En cambio, mantuvo el centro del campo habitual con Casemiro, Kroos y Modric, y rescató a Isco, que ejerció de enlace con Bale y Benzema.

Arropado por su público, que recibió con indiferencia a Lopetegui cuando su nombre fue anunciado por la megafonía del Bernabéu, y ayudado por la timidez del rival, el Madrid comenzó enchufado: a los cuatro minutos de partido, Ramos conectó un remate de cabeza que se estrelló en el palo derecho de la meta del Viktoria. 

El partido parecía un trámite para el Madrid, que sin embargo tuvo que sudar de lo lindo para reencontrarse con la victoria: el partido fue una montaña rusa con final feliz en el Bernabéu, porque el Viktoria, a pesar de sus escasos recursos, puso en más de un apuro al Madrid. Con algo más de puntería, el equipo checo hubiera reventado Chamartín. 

benzema afina la puntería

El Madrid se adelantó en el marcador un minuto después de que el Viktoria amenazase la portería de Keylor con una buena internada de Petrzela por la banda izquierda del ataque, mal defendida por Lucas Vázquez. Flojo en defensa pero incisivo en ataque, el gallego puso un buen balón al área, para que Benzema rematase de cabeza a la red del equipo checo. Corría el minuto 11 de partido.

A partir de ahí, el guion del choque fue el mil veces visto en el Bernabéu: un rival temeroso, encerrado con dos líneas de cuatro, y un Madrid dominador pero sin remate y con demasiadas dudas atrás.

El equipo de Lopetegui tuvo el balón y merodeó el área del equipo checo: coleccionó ocasiones, pero le faltó remate. No lo tuvo Bale, errático durante todo el partido, y tampoco Isco, que no supo aprovechar un regalo clarísimo del portero Hruska. De Modric apenas hubo noticias: el croata sigue desubicado, probablemente agotado tras su intenso Mundial.

Consciente de sus limitaciones, el Viktoria intentó defender con solvencia para aprovechar las lagunas en la defensa del Madrid. Las hubo, y muchas, para inquietud del Bernabéu y preocupación de Lopetegui. Limbersky dispuso de un remate franco ante Keylor, pero le pudo el miedo escénico. 

El Madrid no supo cerrar su defensa, especialmente en banda: ni Marcelo ni Lucas supieron frenar las internadas de los extremos del Viktoria, sobre todo de Petrzela, el más profundo del equipo checo.

pitos en el descanso

Al descanso, el público del Bernabéu despidió con pitos a su equipo: no era para menos, porque apenas unos segundos antes, el Viktoria tuvo el empate en las botas de Petrzela, pero el checo erró un remate clarísimo, con Keylor Navas ya vencido, que parecía gol cantado.

En la reanudación, el Madrid salió a medio gas y el público de Chamartín apenas tardó unos minutos en quejarse, síntoma de que los nervios están a flor de piel en la Castellana. Havel estuvo a punto de empatar en otra aproximación del Viktoria al área de Navas, pero tampoco acertó con el remate.

isco, mosqueado con lopetegui

Mientras, Lopetegui intentó reaccionar mirando al banquillo y con cambio defensivo: recurrió a un debutante, Fede Valverde, medio centro, en lugar de Isco. El cambio no gustó nada al jugador malagueño, que se lo reprochó a su entrenador. 

En cambio, el cambio surtió efecto a las primeras de cambio: Valverde acompañó un ataque de Marcelo por la banda izquierda y filtró un balón preciso para que Marcelo picase el balón a gol ante la salida del meta checo.

sprint final del viktoria y más pitos en chamartín

El 2-0 alivió los ánimos del Bernabéu y tranquilizó al equipo blanco, que sin embargo no mejoró demasiado sus prestaciones. Pero fue solo un espejismo: no hay calma posible en este Madrid, que se complicó de mala manera el tramo final del partido: una aproximación del Viktoria pilló a la defensa del Madrid absolutamente desprevenida y Hrosovsky se filtró entre los dos centrales para rematar a gol. Ni Ramos ni Nacho ni Valverde supieron encimar al jugador checo, cuyo gol devolvió la inquietud y los silbidos a la grada del Bernabéu. 

salvados por la campana

El Madrid se limitó a sobrevivir en los últimos diez minutos del partido. Acabó pidiendo la hora entre las críticas de su afición, que ya reclama con insistencia un cambio de timón en el equipo.

Con Marcelo tocado, Lopetegui arriesgó y retiró a Benzema para dar entrada a Mariano, pero apenas un minuto después, el brasileño tuvo que retirarse lesionado y su equipo acabó el partido con diez jugadores. Al final, al Madrid le salvó la campana, pero Lopetegui está sentenciado