El Sevilla se sumó a la fiesta del Balón de Oro

En los prolegómenos del partido, Cristiano Ronaldo ofreció el quinto Balón de Oro a su entregada afición. Y en el césped, la fiesta se prolongó durante 45 minutos en los que el Real Madrid estuvo desatado y jugó a placer ante un Sevilla que no dio una a derechas. La segunda parte, sencillamente, sobró.

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LaLiga Santander, jornada 15

Real Madrid

5

0

Sevilla

Alineaciones

Real Madrid
Keylor; Achraf, Vallejo, Nacho, Marcelo; Lucas Vázquez, Kroos (Marcos Llorente, 63', Modric (Dani Ceballos, 71'), Asensio; Benzema y Cristiano Ronaldo (Isco, 75').

Sevilla
Sergio Rico; Mercado, Kjaer, Lenglet, Carole; Banega (Krohn-Dehli, 80'), Pizarro, Vázquez (Geis, 71'); Navas, Muriel y Nolito (Sarabia, 57').

Goles

1-0 M.2 Nacho; 2-0 M.22 Cristiano Ronaldo; 3-0 M.30 Cristiano Ronaldo (pen); 4-0 M.38 Kroos; 5-0 M.41 Achraf

Árbitro

Martínez Munuera (Valenciano). TA: Navas (37'), Banega (38').

Incidencias

Partido de la decimoquinta jornada de LaLiga Santander disputado en el Santiago Bernabéu ante 76.924 espectadores. Antes del choque, Cristiano Ronaldo ofreció a la afición su quinto Balón de Oro.

Los temores del Real Madrid antes del partido por las importantes bajas en defensa se desvanecieron y se trasladaron al Sevilla en cuestión de segundos. Dos minutos bastaron para saber de qué iría el partido. Ya se sabe que los delanteros, cuando se ponen a defender, mala cosa, y eso es lo que debió pensar el colombiano Muriel cuando un desastroso rechace suyo a la salida de un córner le dejó el balón a placer a Nacho. El canterano, que tuvo que ejercer de central, controló con el pecho y fusiló a Sergio Rico. El primero de muchos.

arrasados desde el primer minuto

La salida en tromba de los blancos dio sus frutos con más facilidad de lo esperado. No importó que los de Zinedine Zidane tuvieran que improvisar una defensa de circusntancias, pues el Sevilla tocó y tocó, avisó buenas intenciones y llegó hasta con cierta claridad, pero se mostró desesperadamente negado a la hora de rematar.

El Madrid siguió a la suya y claro, no tardó en aparecer Cristiano Ronaldo, al que le pusieron el escenario perfecto para tener completa la fiesta. Tras dos ocasiones del Sevilla inocentemente desperdiciadas, el Madrid sí se mostró letal a la contra y el portugués abrió la cuenta ante su víctima favorita. Recibió un pase milimétrico de Asensio y marcó por bajo.

A partir de aquí, ya ni siquiera le dio al Sevilla por comparecer en campo contrario. El Madrid se gustó y fue un vendaval en el tramo final del primer tiempo. Primero, regalo de Navas en forma de manos sin ningún sentido dentro del área. Doblete de Cristiano con suspense, pues Sergio Rico estuvo cerca de pararle el penalti.

Los goles de Kroos y Achraf Hakimi incrementaron la escandalosa goleada y, fueron, ciertamente de muy bella factura. El alemán arrancó desde su propio campo, combinó con Lucas y entró hasta la cocina; el hispano-marroquí, por su parte, culminó un gran ataque con un chut cruzado lejos del alcance de Rico.

tregua en la segunda mitad

Con todo el 'pescado vendido', se lo tomó con más calma el Madrid en la segunda mitad. Y es que tardó 52 minutos el Sevilla en provocar que Keylor Navas tuviera que sudar algo su camiseta. Fue en remates de Nolito y Muriel.

El Madrid empezó a pensar en el Mundial de Clubs y el Sevilla, en días mejores. No es fácil llegar al Santiago Bernabéu sin elentrenador titular y la ausencia de Eduardo Berizzo, que quizás en partidos anteriores había sido una motivación para darle una alegría al bueno del 'Toto', ante el Madrid se convirtió en un lastre para un equipo que hacía tiempo no se le veía tan perdido sobre un terreno de juego.

La monotonía solo se rompió en momentos puntuales, como a los 67 minutos cuando Benzema cabeceó y estrelló el balón en el palo. Ni por esas, ni en un partido soñado para cualquier delantero pudo quitarse el francés de encima el estigma que le persigue esta temporada. También se salió del bostezo cuando Cristiano Ronaldo fue sustituido por Isco entre una atronadora ovación. 

Aunque todavía quedaba un cuarto de hora, nada más reseñable sucedió y fue el colofón a un partido inesperadamente plácido para el Madrid.