Isco devolvió al Atlético a la cruda realidad

Del éxtasis a la decepción en el tiempo que el Atlético pasó de darlo todo a sentir el miedo del que quizás no esperaba que todo le fuera tan de cara. El brillante inicio de los colchoneros, que marcaron dos goles en el primer cuarto de hora y acongojaron a su rival ciudadano se fue el traste a la que optaron por dejar vivo a un Madrid al que nunca, nunca, se le puede dar oxígeno. Porque te mata.

Y así sucedió con un gol de Isco al filo del descanso, cuando más duele, tras una fantástica acción individual del renacido Benzema. Un gol que se veía venir tras tomar el Madrid el control de los mandos. La segunda parte sobró, solo dos fallos garrafales de Gameiro que no dieron opción al milagro, y los de Zidane se sacaron el billete para Cardiff, donde se encontrarán a una Juventus que a buen seguro, si se les da la oportunidad, no les dejará irse de rositas. 

ARRANQUE DE ENSUEÑO

Y eso que fue el arranque de partido soñado por los colchoneros. El Atlético salió en tromba, temerario, pero porque no le quedaba otra. Ya en el primer minuto dio Griezmann un aviso en un chut alto, y en el 5' Navas tuvo que emplearse a fondo en un chut de Koke. En el córner posterior, Torres cabeceó picando el suelo y el balón salió alto.

El Calderón, enfervorizado, enmudeció por un instante con un cabezazo de Casemiro que se encontró con el paradón de Oblak. Pareció que el Madrid cogía aire, pero la pesadilla no había ni empezado. El Atlético siguió a lo suyo y en el 11 abrió el marcador al más puro estilo de la casa: a balón parado. Inapelable el cabezazo de Saúl al córner sacado por Koke, y 'retratado' defensivamente CR7, superado en el salto.

Todavía con los ecos del primer gol, el Atlético aprovechó el Madrid quedó grogui para asestarle el segundo golpe. El 'Niño' destapó el tarro de sus antiguas esencias y Varane se vio obligado a cometer penalti. Griezmann lo chutó mal, se medio resbaló, pero Navas tampoco estuvo fino y tocó el balón sin lograr desviarlo.

el atlético guarda la ropa

Lo más difícil ya estaba hecho para los rojiblancos, y como suele suceder en estos casos apareció la disyuntiva: seguir igual, a por el tercero, y desprotegerse atrás o contemporizar con los 75 minutos que había por delante a la espera de encontrar el momento adecuado. El Atlético optó por la prudencia, y la segunda opción no le dio el resultado esperado. Porque el Madrid dejó de estar contra las cuerdas, empezó a tocar y tocar, y a medida que fue pisando el área de Oblak, se fue sientiendo más a gusto. Fue un mal asunto.

golpe psicológico del madrid

Lo mejor que le podía pasar a los de Simeone era llegar así al descanso y renovar energías, pero el Madrid es especialista en resurgir de sus cenizas, dar cuando más duele, y lo consiguió con la ayuda de una defensa rojiblanca que no estuvo a la altura. Porque si excepcional fue la jugada de Benzema en el 2-1, no por ello deja de ser criticable que los de Zidane pillaran desprevenidos a su rival en un saque de banda y que el francés se fuera en un palmo de terreno de tres contrarios. Oblak bastante hizo despejando el chut raso de Kroos a pase atrás de Benzema. Y nada pudo hacer cuando Isco aprovechó el rechace para romper todas las esperanzas colchoneras a solo cuatro minutos para el descanso. Un durísimo mazazo que dio origen a la impotencia local y a varios 'piques' entre rivales con cuentas pendientes.

perdona gameiro... dos veces

Era previsible, comprensible... y hasta inevitable. Y se tardó escasos segundos en comprobarlo: el gol de Isco dejó irremediablemente tocado al Atlético. Los rojoblancos, con más corazón que cabeza, intentaron la presión, mantuvieron la intensidad, pero ya no hubo convencimiento. El Madrid movió el balón con inteligencia y se sucedieron las ocasiones para empatar, empezando por un chut de falta lateral de CR7 que rechazó Oblak.

Los tres goles que le quedaban por delante a los colchoneros se convirtieron en una cadena imposible de arrastrar. Simeone hizo un doble cambio, músculo en la medular con Thomas y frescura arriba con Gameiro, pero ni con esas. Y es que el francés, nada afortunado, desperdició la gran ocasión de volver a meter al Atlético en el partido en el minuto 66, cuando Navas rechazó el chut de Carrasco y el cabezazo del ex del Sevilla a bocajarro fue al 'muñeco'. Imperdonable.

Cristiano no pudo esta vez marcar en fuera de juego, pues el asistente anduvo listo. Se quejó muchó el portugués, pero por pocos centímetros la decisión fue correcta. Benzema tuvo en su cabeza el segundo en el 73' y es que a medida que fueron pasando los minutos por no haber ya no hubo ni emoción. Simeone quemó sus naves con Correa y el de Rosario solo salir le dio un pase perfecto a Gameiro, pero el francés no llegó ni a conectar el balón.

llora el calderón

La fortísima lluvia que acompañó los minutos finales fue la metáfora perfecta para expresar el sentir de un Atlético de Madrid que llegó a acariciar la remontada pero se les escapó de las manos. Griezmann falló la última ocasión y el Calderón lloró la eliminación. La afición colchonera nunca dejó de animar, quizás tampoco de creer, pero la realidad es que el Madrid volvió a deshacerse de los rojiblancos en Europa y estará en Cardiff el 3 de junio. Ya solo la Juve puede evitar que levante la duodécima.