El remedio tampoco es Zidane

El madridismo se encomendó a Zinedine Zidane pensando que el técnico francés era la solución a todos los males que aquejaban a su equipo, pero el tiempo se ha encargado de demostrar que el problema del Real Madrid no está en el banquillo (Julen Lopetegui, Santiago Solari y ahora Zidane), sino en el césped y en los despachos. La planificación deportiva ha fracasado estrepitosamente (Florentino ha quedado señalado) y la plantilla ha dejado claro que ha bajado los brazos tras conquistar las tres últimas Champions League.

La 'Felizidane' que provocó la llegada del francés ha sido efímera. En Mestalla el equipo volvió a hundirse y se despidió definitivamente de las pocas opciones que le quedaban para tratar de atrapar al Barcelona en la carrera por el título de Liga. El 2-1 ante el Valencia puso al descubierto una vez más las miserias de un equipo mal concebido y que en los años anteriores sobrevivió gracias a la Champions, pese a que se ha acostumbrado a fracasar en el torneo de la regularidad (ha ganado sólo uno de los últimos seis campeonatos).

El Real Madrid sumó en Mestalla la novena derrota de la temporada en la Liga, una cifra que hacía nada menos que 20 años que no se registraba a estas alturas del campeonato. El último precedente data de la temporada 1998/1999, cuando tras la 30ª jornada acumulaba 10 partidos perdidos.

peor balance

Los 57 puntos que suma en estos momentos el equipo madridista suponen su peor balance en las últimas doce campañas. Hay que remontarse a la temporada 2006/2007 (llevaba 54 puntos) para encontrar un registro peor a estas alturas.

La ‘Felizidane’ ha acabado abruptamente. Tras las dos victorias al amparo de su afición (Celta y Huesca) conseguidas desde su regreso, el técnico francés se topó con la cruda realidad en su primer desplazamiento, que suponía su primer examen serio. La derrota deja en muy mal lugar al equipo y le coloca en tierra de nadie y sin más objetivos de aquí a final de temporada que mantener la tercera plaza.

Con el quinto situado a once puntos de distancia, los blancos ni siquiera deberán sufrir para asegurar su presencia en la próxima edición de la Liga de Campeones, aunque tampoco tienen ya muchas opciones de luchar por adelantar al Atlético de Madrid en la clasificación y luchar por la segunda plaza. Los colchoneros están cinco puntos por delante.