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Historia SPORT

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FÚTBOL

El partido del Madrid que nadie quiso ver: "Era un solteros contra casados"

El Real Madrid y el Villarreal se enfrentaron en un duelo de Copa el 21 de enero de 1999 en un Bernabéu desangelado al que solo asistieron 7.000 personas

Lance del Real Madrid - Villarreal de Copa, donde se ve el fondo del Bernabéu vacío.

Lance del Real Madrid - Villarreal de Copa, donde se ve el fondo del Bernabéu vacío. / CAMPOS

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Madrid

Encontrar una entrada para ir al Bernabéu es un milagro. Un milagro, por cierto, muy caro, que no baja de los 80 euros en el mejor de los casos. El estadio del Real Madrid, al igual que otros del mismo corte, se han convertido en templos del 'lujo' que es el fútbol moderno. Las entradas para el público general tienen un público diverso, desde turistas hasta hinchas que no son socios. Da igual el Real Madrid y la competición, pero hubo un tiempo en el que no era así.

La Copa apenas tenía gancho

Uno de los partidos que se recuerdan como "la peor entrada de la historia" fue un Real Madrid - Villarreal que tuvo lugar en Copa del Rey. Fue en los octavos del torneo, cuando el conjunto castellonense estaba lejos de ser uno de los equipos de la primera fila del fútbol español. Con todo, hoy no se vivirían imágenes como las que mostraba un Bernabéu totalmente desangelado en el que apenas se dieron cita 7.000 espectadores. Casi cualquier de los encuentros sorteados en la primera ronda en la que hay equipos modestos y otros de la máxima categoría implicados supera esa demanda.

Por aquel entonces, el socio también tenía que sacarse un abono, lo que provocó el descenso del templo blanco, recién reformado, a las 77.000 localidades frente a los 84.000 actuales. Esto provocó el encarecimiento de las entradas generales. Además, cada vez que había un partido de Copa o de Champions, era necesario sacar una entrada individual. Estos condicionantes, junto a un perfil de asistente muy diferente al actual, provocaba que el Bernabéu estuviese semivacío a veces.

Asimismo, la Copa era un modelo que se había quedado anticuado. Las eliminatorias a doble partido en todas las rondas habían convertido el torneo en un engorro en medio de un calendario. No sabían los equipos lo que les esperaría después en términos de saturación... El caso es que el Bernabéu, en aquel día frío, dio una imagen que parecía de la pandemia o de un entrenamiento. Sobre todo, su aspecto contrastaba con el de las noches europeas de un equipo que había vuelto a la primera línea continental.

"Apenas cubrieron los gastos"

Las entradas fuera de la Copa sí rozaban el lleno, pero en el 'torneo del K.O.' la media bajaba a los 40.000 aficionados, aunque nada aproximado a lo vivido aquel día. De este desinterés se valieron durante años equipos como el Real Unión, el Alcorcón o el Novelda para dar sorpresas de peso ante los supuestos favoritos de la competición. La recaudación ascendió a cinco millones de pesetas. Con este dinero el Real Madrid apenas tiene para cubrir los gastos que genera abrir para que se dispute un partido oficial en el Santiago Bernabéu.

"La recaudación ascendió a cinco millones de pesetas. Con este dinero el Real Madrid apenas tiene para cubrir los gastos que genera abrir para que se dispute un partido oficial en el Santiago Bernabéu", recogía una de las crónicas de aquel encuentro, firmada por José Félix Díaz, que evidencia la rareza de aquel duelo que terminó con victoria para el equipo madridista. Un doblete de Morientes le valió a los de Hiddink para tumbar a un Villarreal que empezaba a tomar forma con nombres como Palop, Téllez o Albelda.

Al contexto hay que añadirle que aquella fue una mala temporada para el Real Madrid, que apenas pudo recoger una Copa Intercontinental después de haber conquistado la Copa de Europa el curso anterior. La grabación que se guarda y se ha difundido de aquella época, aprovechando la celebración de un nuevo partido con el Villarreal del Bernabéu, definía el ambiente, en silencio y sin alma, como "un solteros contra casados".