Real Madrid, 3 - Eibar, 0

El Real Madrid somete cómodamente al Eibar

El Real Madrid se impuso con mucha facilidad al Eibar por 3-0 en un partido en el que sobrevoló el miedo de Ancelotti al choque del martes ante el Atlético

FERNANDO BAQUERO

El Real Madrid sumó los tres puntos en el que seguramente ha sido el partido más fácil de la temporada ante un Eibar decepcionante que al salir sin ningún delantero específico anticipó su nula intención de competir en el Bernabéu. 

Sin James y Kroos por sanción, sin Bale por lesión y sin Casillas, Carvajal y Benzema reservados por Carlo Ancelotti para el derby de la Champions, un Real Madrid remozado con futbolistas que habían estado arrinconados como Illarramendi, Jesé o Chicharito, no encontró ninguna oposición en un Eibar que salió resignado a aceptar la derrota.

El equipo de Gaizka Garitano, que durante la primera vuelta se ganó el respeto de la competición, se comportó en el Bernabéu como una dócil marioneta. Sin duda, el de ayer fue uno de los partidos más cómodos del equipo blanco en toda la temporada, contando incluso aquellos del primer tramo de la Liga cuando parecía invencible con goleada tras goleada.

Al Madrid le favoreció la presencia de futbolistas que han estado marginados hasta ahora. Con ellos sobre el césped, el equipo de Ancelotti estuvo más predispuesto a presionar, hasta el punto de dejar al cuadro vasco con un ridículo 24% de posesión al descanso.

También le favoreció el afortunado gol con el que Cristiano abrió el marcador cuando apenas se habían jugado  veinte minutos. El portugués, con la colaboración de la barrera y de Irureta, anotó su primer gol de falta de la temporada. No lo hacía desde el 29 de abril de 2014 ante el el Bayern en las semfinales de la Champions. En liga, desde el 26 de marzo de 2014 frente al Sevilla.

El gol dio origen a los mejores minutos del Real Madrid, durante los que Cristiano falló un gol cantado (21’) en a misma raya y en los que Chicharito se reivindicó con un gol de cabeza para asegurar la victoria.

El partido, si realmente lo hubo, se acabó con el 2-0. El equipo de Ancelotti se relajó pensando en el partido del martes y el Eibar ondeó la bandera blanca a cambio de que el Madrid no le hiciera más daño.

No es extraño por tanto que el segundo tiempo fuera un insoportable tostón. Sin ocasiones y sin fútbol, unos y otros se limitaron a dejar pasar el tiempo. Sólo Ancelotti salió del letargo para dar minutos a Pepe tras su lesión en el Camp Nou y descanso a Sergio Ramos y Marcelo.

Aún hubo tiempo para que Jesé (83’) tuviera su momento de gloria al firmar el tercer gol en una acción individual en la que ningún eibarrés le salió al paso. Fue el fiel reflejo de un partido en el que el Madrid jugó al ralentí y el Eibar ni siquiera  compareció.