El Real Madrid sale vivo del Pizjuán sin merecerlo... y aumenta su racha

German Bona

German Bona

No hubo milagro en Nervión... pero cerca estuvo por momentos. El Madrid se clasificó para los cuartos de final haciendo valer el 3-0 de la ida y además logró aumentar a 40 su racha de partidos invictos, gracias a un gol de Benzema 'in extremis' que no hizo, ni mucho menos justicia, pues los andaluces fueron mejores. Los de Zinedine Zidane sufrieron de lo lindo y se mostraron poco compactos, sobre todo en defensa, pese al marcador final. Un aviso de lo que le espera el domingo en el mismo escenario.

Sevilla y Real Madrid no pusieron en liza a sus onces de gala, conscientes de que el domingo repiten en Liga. Aun así, dos equipos de garantías con mucha calidad en el césped y un ambiente impresionante para creer en la remontada. 

La puesta en escena del Sevilla fue espectacular. Himno 'a capella' y presión intensa a un Madrid aturdido. Los andaluces sabían que tenían que golpear pronto y así lo hicieron. Escudero puso a prueba a Kiko Casilla con apenas 30 segundos transcurridos y Kranevitter hizo lo propio en el 5'. Pero iba a ser un futbolista del Madrid, Danilo, quien diera alas a los andaluces. En un centro de Sarabia, al brasileño -por el que el Madrid pagó 31,5 millones de euros- no se le ocurrió otra cosa que cabecear hacia su propia portería. Nada pudo hacer Kiko...

Se cumplían los 'mandamientos' de la remontada, marcar el primero pronto y poner el miedo en el cuerpo al rival, pero quedaba mucho, muchísimo partido. El Sevilla bajó el pistón, consciente de que recibir un gol era la condena. Y el Madrid se estiró, aprovechando que David Soria estaba como un 'flan'. Casi marca Mariano tras un mal rechace del meta sevillista.

El Sevilla, percibiendo que atrás no mostraba seguridad alguna, volvió a irse hacia arriba, lo que mejor sabe hacer. Y algunos de sus 'chospazos' rondaron el segundo. Vietto, en el 28', obligó de nuevo a Kiko Casilla a emplearse a fondo, mientras al Madrid se le anulaba con toda justicia un gol a Mariano, el más peligroso arriba de los de Zidane. Toni Kroos tuvo el empate en sus botas al filo del descanso, pero el alemán, con todo a su favor, chutó ligeramente desviado.

Antes del descanso, Jovetic debutó con el Sevilla en sustitución de un lesionado Correa. No hubo tiempo para más. Primer tiempo de esperanza para el Sevilla, que por momentos desquició a un equipo de Zidane sin soluciones, aunque en defensa se precipitó demasiado. Pero la ilusión quedaba intacta para la segunda mitad.

segunda parte de pasión y alternativas

Pero el Sevilla no salió en la segunda mitad con la intensidad de los primeros minutos. Y lo pagó caro. Un córner a favor acabó significando el empate a uno y un mazazo, a la postre, decisivo. Marco Asensio recibió el balón y se avanzó sin que nadie le pudiera parar, Vietto llegó a su altura, pero quedó claro que defender no es su fuerte y el mallorquín batió a un David Soria que tampoco estuvo fino en la salida.

Cierto fue que los andaluces no se hundieron y reaccionaron con rapidez. Solo seis minutos después, marcó el 2-1 el debutante Jovetic, cuando empalmó, sin oposición, un centro de Escudero. Y el montenegrino casi hace estallar el Sánchez Pizjuán cuando acarició el tercero, pero Casilla rechazó su disparo en el minuto 63.

Hubiera sido un clavo ardiendo al que agarrarse, con media hora por delante. Lo siguieron probando los andaluces, en un gran ejemplo de actitud. Y el premio llegó con el 3-1 de Iborra, que se coló entre Kiko Casilla y Nacho, indecisos ante el centro de Ben Yedder.

Pero todo lo bien que hizo el Sevilla en ataque la fastidió en acciones puntuales atrás. Como el tan claro como innecesario penalti de Kranevitter a Casemiro, que transformó Sergio Ramos 'a lo panenka' y desafiando a la que fue su grada. Increíble.

Lenglet chutó al palo en una ofensiva final de los locales, que ni siquiera pudieron llevarse a la boca romper la racha de un Madrid que empató en el último suspiro en una buena acción de Benzema y con la 'ayuda' de Lenglet, que desvió el balón. El Madrid salió vivo del Pizjuán, pero el domingo toca el segundo combate. Si Mateu Lahoz no la hubiera liado en la ida, quizás otro gallo hubiera cantado...