El Real Madrid planifica el futuro sin Sergio Ramos

En el club blanco empiezan a plantearse que no renovarle sería un alivio para construir un nuevo proyecto sin él

La negociación está parada, nadie mueve ficha, el jugador acepta la oferta económica pero quiere dos años de contrato

Sergio Ramos puso el gol de la tranquilidad de penalti

Sergio Ramos puso el gol de la tranquilidad de penalti / MEDIAPRO

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Quedan menos de dos semanas para que se acabe la temporada y mes y medio para el cierre oficial del curso 2020-21 y las negociaciones de renovación entre el Real Madrid y Sergio Ramos siguen paradas. El jugador aceptaría la oferta económica pero pide dos años de contrato que el club no está dispuesto a darle. Hacerlo sería romper esa norma no escrita instalada desde la época de Santiago Bernabéu de no renovar más de un año a los jugadores que pasan de los 30 años.

Ramos ha cedido económicamente, pero pide que el club cambie sus normas pero no tiene intención de hacerlo. El segundo año se lo tendrá que ganar en el campo si decide seguir como ha hecho Modric esta temporada. Tiene 35 años, como el croata, y pretende asegurarse 40 millones brutos en dos años con la que está cayendo. Se agota el tiempo y el club blanco sigue su camino sin contar con el sevillano.

ESTE AÑO COBRARÁ UN MILLÓN POR PARTIDO JUGADO

En el Real Madrid empiezan a plantearse que no renovarlo sería un alivio para construir un nuevo proyecto. La experiencia de esta temporada da la razón a las tesis que sostienen en el club. El capitán ha jugado 21 de los 49 partidos del equipo, el 42,8%. Pero serán 21 de los 52 totales, que baja al 40,3% su participación. Eso supone que cobrará por encuentro jugado 1.190.000 euros.

Y todo sin ser ese central que fue considerado el mejor del mundo, al perder condiciones por la edad por mucha campaña de imagen que haga trabajando en el gimnasio enseñando musculatura. El madridismo deseaba con toda su fuerza que el club lo renovase el verano pasado, pero los meses se han ido consumiendo, su rendimiento ha bajado y sus exigencias han hecho que gran parte de la afición haya cambiado de opinión al quedar el entredicho su madridismo.