El Real Madrid necesita un doble zarpazo

Además de intentar ganar al Athletic, el equipo madridista juega en el Wanda, donde el Atlético recibe a Osasuna

Los leones llegan sin demasiada hambre, pero incentiva comerse un bocado tan apetitoso

Zidane: "Llega un momento que hay que cambiar por el bien de todos"

Zinedine Zidane aumentó las dudas sobre su continuidad en el banquillo del Real Madrid al asegurar que nunca piensa en sí mismo cuando ha cerrado etapas, como jugador o la primera como técnico en la casa blanca, y explicó que siente que hay "un momento" en el que hace falta un cambio "por el bien de todos". / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Bilbao nunca es una plaza cómoda para jugarse una Liga, y menos si llegas huérfano de tus mejores jugadores. Si a esto se añade que el título pasa por lo que ocurra en el Wanda Metropolitano entre el Atlético de Madrid y Osasuna, las posibilidades menguan. El mensaje de Zidane es hacer los deberes ante un león que tampoco llega con demasiada hambre, pero comerse un bocado tan apetitoso es algo que siempre incentiva, aunque al rival le falten ingredientes para que el banquete sea más sabroso.

“La mentalidad tiene un plus cuando te enfrentas a los grandes de LaLiga”, subraya Marcelino ante la falta de incentivos de una Liga en la que ya no se juega nada. Zidane se centra en lo suyo sin fijarse en lo que le rodea: “Miramos lo que nosotros podemos controlar, que es nuestro partido. En el resto no sabemos qué va a pasar. Lo importante es seguir sumando y ganar los tres puntos. Jugamos contra un rival muy bueno, y vamos a intentar darlo todo”.

El Real Madrid se juega la Liga en San Mamés

El Real Madrid se juega la Liga en San Mamés / SPORT.es

Ese “todo” se refiere a que sus jugadores se dejarán la piel gane, empate o pierda el Atlético, consciente de que su potencial se reduce al faltarle seis titulares que le obligan a utilizar la defensa suplente y a recomponer el centro del campo. Sin embargo, la respuesta de los secundarios no ha podido ser mejor pese a que no creía en muchos de ellos como Militao u Odriozola; lo contrario que otros a los que sí esperaba, pero que dan la sensación de que cuentan los días para que se acabe la temporada, llamar al camión de mudanzas y buscar otra ciudad y otro equipo como Isco o Marcelo, dos jugadores que son una caricaturas de lo que fueron.

ODRIOZOLA POR MARVIN

La experiencia de Granada anima a Zidane a repetir ecuación con una única variante, Odriozola por el maltrecho Marvin, al que una mala patada arruinó su sueño de correr la banda en San Mamés con los ‘mayores’. Una ‘coz’ que le rajó la pierna y que nunca tendrá justicia. 

Marcelino también ha descubierto que este Athletic tiene fondo de armario. Las lesiones se han cebado en muchos de los jugadores en los que confió cuando se hizo cargo del equipo a mitad de temporada. Eso le ha llevado a rebajar las revoluciones tras irrumpir en el panorama ganando brillantemente la Supercopa de España, pero desinflarse tras perder dos finales de Copa del Rey consecutivas que frenaron el efecto de su llegada al banquillo bilbaíno.

El asturiano ha visto como todo aquello supuso un desgaste físico y anímico que ha pasado factura a algunos de los fijos que han caído lesionados. Decidió poner freno a tanta exigencia física y proteger a los más castigados para evitar más percances y reserva a algunos como a Iñaki Williams o Raúl García a los que hoy podría poner ante el nivel del rival de enfrente. Esa ventaja no se la puede permitir Zidane jugándose lo que se juega con Modric, Benzema o Casemiro a los que necesita estén como estén.