El Real Madrid, en manos de Neymar

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El fútbol da muchas vueltas. Tantas, que casi nadie hubiera apostado, después del triunfo en agosto en la Supercopa de España ante el Barça, que el Real Madrid estaría a finales de enero encomendándose a la Champions League para salvar la temporada. Todo a una carta en una partida a vida o muerte contra un durísimo adversario, el PSG de Neymar. Un reto que es un clavo ardiendo, al único que puede agarrarse el madridismo.

'Ney' tiene en sus manos -o en sus botas- el futuro del Real Madrid. Una hipotética eliminación de los de Zinedine Zidane en los octavos de final de la Champions League sería un 'apaga y vámomos' difícil de digerir, sobre todo para Florentino Pérez. Del sueño del 'sextete invertido' a la pesadilla de un 2018 en blanco. Y por méritos propios.

Esta vez no fueron apeados de la Copa del Rey por un error burocrático, como hace dos temporadas por la alineación indebida de Cheryshev ante el Cádiz. De hecho, en las tres eliminatorias que han disputado, los madridistas no han convencido. Sobre todo, a sus incondicionales, porque el equipo de Zidane no ha sido capaz de ganar ninguno de los tres partidos coperos que ha disputado en el Bernabéu. Anoten. 2-2 contra el Fuenlabrada, de Segunda B, Otra vez 2-2 frente al Numancia, de la Liga 1|2|3. Y este miércoles, 1-2 ante su verdugo con todo merecimiento, el Leganés de Garitano. En las dos rondas anteriores les valió el triunfo en la ida para pasar. Pero ante el 'Lega', no.

En la Liga, más de lo mismo. El vigente campeón se aleja cada semana más de la cabeza y actualmente teme incluso por defender la cuarta plaza, la que cierra el acceso a la Champions League. Es cierto que le queda un partido pendiente -¡ay!- contra el Leganés, pero los 19 puntos que le separan actualmente del incontestable líder del campeonato, el FC Barcelona, parecen un escollo insalvable. Más, teniendo en cuenta que los de Ernesto Valverde ya les derrotaron en Chamartín (0-3) en el último partido que jugaron en 2017.

Y por si esto fuera poco, Atlético de Madrid y Valencia intentan alejarse cada vez más. Los colchoneros aventajan a los blancos en 8 puntos, mientras que el equipo che está 5 por delante y con ganas de aprovechar el partido del próximo sábado en Mestalla, ya que es el siguiente capítulo en la Liga que afrontará el Real Madrid. Una derrota en Valencia podría permitir incluso que el Villarreal le arrebatase la cuarta posición. Casi nada.

Utilizando símiles taurinos, ante la faena de la Liga y la estocada hasta la bola del Leganés, ahora el PSG tiene en sus manos la puntilla. Será a doble partido, disputando la ida el próximo 14 de febrero, día de los enamorados -San Valentín-, en el Santiago Bernabéu. La vuelta está fijada para el 6 de marzo en el Parque de los Príncipes. Dependiendo de la inspiración de Neymar, Cavani y compañía, el 7 de marzo podría ser el primer día de la planificación de la temporada 2018-2019, porque sería el fin de un sueño que nadie pensaba en agosto que sería la pesadilla de la que hoy no se despierta el Real Madrid. Solo le queda el clavo ardiendo... pero hasta el rabo, todo es toro.