El Real Madrid juega con fuego pero al final salva los muebles

El Real Madrid logró poner un parche a su crisis de resultados gracias a una meritoria remontada ante el Villarreal que le permitió clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey. El equipo blanco estuvo paseando sobre el alambre durante gran parte de la eliminatoria después de completar una pésima primera parte, pero reaccionó tras el descanso y logró darle la vuelta al marcador. Los locales se adelantaron con los goles de Capoue y Chukwueze, pero Vinicius, Militao y Ceballos concretaron la remontada.

Villarreal-Real Madrid ok (19-1-2023)

Copa del Rey

VIL

2

3

RMA

Alineaciones

Villarreal
Jorgensen, Foyth (Mandi, 52'), Albiol (Cuenca, 46'), Pau Torres, Alberto Moreno, Capoue, Parejo, Baena, Chukwueze, Gerard Moreno y Yeremy Pino (Morales, 68').

Real Madrid
Courtois, Nacho, Militao, Rüdiger, Mendy, Fede Valverde, Kroos (Ceballos, 56'), Camavinga, Rodrygo (Marco Asensio, 56'), Benzema y Vinicius.

Goles

1-0, Capoue (4'); 2-0, Chukwueze (43'); 2-1, Vinicius (57'); 2-2, Militao (70'); 2-3, Ceballos (87').

Árbitro

Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó a Capoue (7'), Camavinga (36'), Fede Valverde (72'), Baena (85'), Pau Torres (88'), Vinicius (92'), Rüdiger (93') y Parejo (94'). Amonestó a Pepe Reina en el banquillo (80').

Incidencias

Partido correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio de la Cerámica en presencia de 20.124 espectadores.

Consciente de lo mucho que se jugaba su equipo, Carlo Ancelotti no dejó nada en el tintero a la hora de confeccionar la alineación y dio entrada a todos los disponibles, con el único parche de Nacho como lateral derecho para cubrir las bajas por lesión de Carvajal y Lucas Vázquez. El partido debía ser el punto de inflexión de su equipo tras sus dos tropiezos en la Liga y en la Supercopa de España, pero el Real Madrid siguió sin dar síntomas de recuperación en los primeros 45 minutos.

Los blancos naufragaron en las dos áreas. Blandos en defensa, encajaron el 1-0 en el primer remate a portería que hizo el Villarreal cuando solo se llevaban cuatro minutos. También se mostraron muy poco precisos en el área rival, pese a disponer de tres buenas ocasiones para igualar el marcador. Ni Fede Valverde (10'), ni Mendy (34'), ni Rodrygo (36') encontraron portería. El equipo de Quique Setién volvió a ponerles las cosas muy difíciles a los blancos. Su presión y verticalidad se convirtió en un dolor de cabeza para los de Ancelotti.

TEMBLEQUE

Los blancos temblaban cada vez que el Villarreal superaba la primera línea de presión y encontraba espacios para el contragolpe. Yeremi Pino (18') y Baena (31' y 38') tuvieron cerca el 2-0, pero les faltó precisión en la última acción. No le sucedió lo mismo a Chukwueze, que amplió el marcador poco antes del descanso culminando una gran combinación en ataque de su equipo. Era el justo premio a los méritos contraídos.

El Real Madrid volvía a naufragar en el Estadio de la Cerámica, tal y como ya había ocurrido hace doce días en la Liga. El problema es que esta vez se quedaban fuera de la Copa. A los blancos no le quedaba más remedio que apretar los dientes y salieron con una marcha más tras el descanso.

MIEDO EN EL CUERPO

La eliminatoria ganó emoción en el 57', cuando Vinicius aprovechó una asistencia de Ceballos tras una pérdida para reducir distancias y meter el miedo en el cuerpo a los locales. La entrada de Cuenca y Mandi en sustitución de Albiol y Foyth no le sentó bien a la zaga amarilla. El Villarreal reculó demasiado y el Real Madrid empezó a encontrarse mucho más cómodo en ataque. No tardó en llegar el empate. Militao aprovechó un rechace de Jorgensen a cabezazo de Benzema para mantener vivo a su equipo.

El partido estaba abierto, aunque el Real Madrid logró evitar el desastre en el último suspiro gracias a un remate desde la frontal de Ceballos (87') que culminaba la remontada. Dos minutos antes, eso sí, Gil Manzano no quiso ver un claro penalti en el área madridista después de que Militao atropellase a Morales. No fue una carga sino un claro empujón, pero ni el colegiado quiso verlo ni el VAR intervino.