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LALIGA

El Madrid encuentra a su peor enemigo

Xabi Alonso utilizará el parón para trabajar sobre las debilidades de un equipo que llega al parón líder y con la convicción de que lo que más le penalizan son los errores propios y el ruido externo

Victoria del Real Madrid frente al Villarreal

Victoria del Real Madrid frente al Villarreal / sport

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Madrid

El Bernabéu está en una zona céntrica, sin ondulaciones, donde los seísmos esta temporada vendrán de las corrientes que puedan formarse en las placas tectónicas del hipogeo. Porque si algo ha recordado Xabi Alonso en sus primeros meses en el Real Madrid es que el peor enemigo del equipo es él mismo y lo que le rodea. Después de un sonoro atropello en el derbi contra el Atlético, una derrota dolorosa como ninguna, el conjunto blanco se va al parón de octubre como líder tras derrotar al Villarreal, uno de los aspirantes a hacerle daño, y ver cómo el Barça perdía la figura en el Sánchez Pizjuán.

El ruido del 'contubernio' arbitral

La pasada temporada, el Real Madrid entregó la cuchara de LaLiga, y a la postre del resto de títulos, cuando empezó, como institución, a través de su canal oficial, una campaña contra los árbitros. Partidos como el del Villarreal demuestran que en ocasiones la moneda sale cara y en otras cruz. Y que una decisión a favor no es fruto de una anterior en contra. Con todo, el mensaje oficial sigue siendo el de: "El Real Madrid denuncia lo que otros no se atreven".

En realidad, el conjunto blanco funciona mejor cuando deja de preocuparse de los colegiados. En esa tarea malgasta una energía que acaba tornándose en frustración. El Bernabéu lo nota. Cuando se incendia un partido por una u otra decisión, el Real Madrid termina bajando el pistón y perdiendo la iniciativa de los partidos. Salvo en el derbi contra el Atlético, Xabi Alonso ha conseguido que sus elegidos sean siempre protagonistas con el balón a pesar de la falta de un perfil creativo.

Tchouaméni, en titulares: "Todo el mundo ha visto lo que ha pasado con los árbitros"

Tchouaméni, en titulares: "Todo el mundo ha visto lo que ha pasado con los árbitros" / Perform

Xabi Alonso, pivote sin mediocentro

Xabi Alonso nunca ha dejado de pensar como un pivote. Incluso después de su retirada, sigue viendo el fútbol desde una posición difícil de encontrar. Sucede a veces que los mejores mediocentros están en estructuras que hacen girar a su alrededor, pero en otros casos naufragan porque no existe un despliegue colectivo a su alrededor. Es lo que le está pasando a Wirtz en el Liverpool, una de las grandes creaciones del técnico vasco en el Leverkusen y quien estaría encantado de una reunificación futura.

El Real Madrid, como proyecto, optó por no sustituir a Kroos o Modric, aunque sí ha encontrado un reemplazo parcial del segundo con Güler. Parcial, porque el turco es un perfil diferente, que no solo asiste en el inicio de las jugadas, sino que también percute con la llegada al área. Por el momento, las individualidades han sorteado la falta de un timonel constante. El conjunto blanco es tan arrollador en el despliegue físico que le basta para generar ocasiones de la nada. Sobre todo cuando Vinicius y Mbappé encuentran la llave en partidos cerrados. La clave para los partidos tácticos y de desgaste que enfrenta el Real Madrid.

Xabi Alonso, sobre la lesión de Mbappé

Xabi Alonso, sobre la lesión de Mbappé / Real Madrid TV

Huijsen-Militao y los "centrales pesimistas"

Xabi Alonso convive con la herencia de Carlo Ancelotti y lo hará durante más tiempo de lo que espera. Hay dinámicas de vestuario que se han mantenido, a pesar de la llegada o salida de algunos jugadores. Y lo mismo sucede en expresiones que, detrás del carácter de gestor de grupo, escondían necesidades. Una de esas creaciones fue la del "central pesimista", perfil que atribuía a Nacho y que este año no existe en el Real Madrid. La capacidad de Militao para volver a la primera fila después de dos roturas de cruzado ha sido asombrosa, pero junto a Huijsen forma una pareja demasiado optimista para el largo plazo.

El internacional español se presentó como el 'chill guy' que venía de asombrar con la selección española y destacar en el Bournemouth, un equipo muy distante de la exigencia del Real Madrid. Sin embargo, las dos expulsiones que sufrió, primero en el Mundial de Clubes, y después contra la Real Sociedad (aunque el CTA le exoneró), han menguado su efusividad a la hora de sacar el balón jugado. Sufre a la carrera, porque no juega junto a un central corrector como sí es Asencio, por ejemplo. A esto hay que unirle la debilidad en los balones aéreos, a pesar de su envergadura, algo que quedó demostrado en el derbi.

Xabi Alonso, sobre la roja a Huijsen: "No me ha convencido la explicación del árbitro"

Xabi Alonso, sobre la roja a Huijsen: "No me ha convencido la explicación del árbitro" / Perform

Los entornos de los jugadores

La última gran rémora que enfrenta Xabi Alonso y que más trabajo le dará es alinear los astros, literalmente. El Real Madrid tiene una plantilla con un límite salarial que es más del doble que el del Barça. Esto se ve, sobre todo, en los banquillos de cada partido. Hay un jugador como Endrick, por el que en su día el conjunto blanco pagó 60 millones que está prácticamente inédito. Y la situación se repite en casi todos los suplentes. Esto es oxígeno si se dosifica con corrección, pero también un balón que hay que gestionar, porque cualquiera de las alternativas sería titular en la mayoría de equipos.

Esto provoca que cada cambio o permuta generen un ruido innecesario, a diferencia de en la mayoría de rivales, donde está claro quiénes son de la partida y los que deben aportar desde la segunda fila. Algo que deben comprender los entornos de los jugadores, que son los que promueven las crisis pasajeras que nada tienen que ver con una trayectoria casi inmaculada en la que el Real Madrid solo derrapó contra el Atlético. Pero ese 'solo' es muy importante, porque es en el 'Día D' cuando Xabi Alonso afronta los males citados para extirpar a un enemigo que sigue viviendo dentro del club.