El Real Madrid busca sobrevivir en Bérgamo

Gasperini no se fía de las bajas del equipo madridista, pero no va a cambiar nada en su equipo para golpear en ataque

Zidane repetirá el once de Pucela, porque no tiene más, e intentará mantener abierta la eliminatoria

Atalanta y Real Madrid afrontan el partido de ida de los octavos de final

Atalanta y Real Madrid afrontan el partido de ida de los octavos de final / SPORT.es

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid llega herido por las bajas al regreso a la Champions ante el Atalanta. Cuando el bombo los emparejó, en el Madrid torcieron el gesto porque los de Bérgamo están revolucionado la mentalidad del fútbol italiano. Un rival con un estilo agresivo en ataque que siempre quiere más, y que puede aprovecharse de las importantes ausencias que debilitan la fuerza blanca. 

Gasperini, su técnico, es el fabricante de sueños de este Atalanta. Un tipo peculiar que dice que nunca pierde, que gana o aprende, axioma positivo que uno no sabe muy bien cómo interpretar. Quiere hacer creer que este Madrid da miedo alegando que “se transforma en la Champions”, sin dar valor a que llega con 9 lesionados, que su fútbol está cuestionado, y que lleva dos años sin pasar de octavos de final en Champions.

La realidad es que el Real Madrid llega reforzado por las cuatro victorias consecutiva en Liga pero con el objetivo de sobrevivir consciente de sus dudas y limitaciones. Su finalidad es dejar abierta la eliminatoria para el partido de vuelta en Madrid de dentro de tres semanas, en el que espera contar con toda su tropa o con casi toda.

EFECTO COURTOIS

Gasperini asegura que sí, que “la eliminatoria se decidirá en los dos partidos”, afirmación que su ídolo Zidane firmaría con los ojos cerrados. Reza a san Courtois para que le libre del azote ofensivo de un rival que “es como ir al dentista”, frase pronunciada por Pep Guardiola cuando le tocó el turno de jugar contra ellos. 

El técnico italiano no tiene intención de cambiar la “identidad” de su equipo, pese a las flores que deposita en la puerta del vestuario madridista. Su idea no es “esperar a que el rival cometa un error”, otra de sus máximas. Va a cazar el oso a golpes porque siempre quiere más. Otra cosa es que lo consiga, porque el Madrid tiene bajas importantes, pero le quedan recursos para capear el temporal. Todo va a depender de que Kroos y Modric hagan del centro del campo su jardín particular. Porque si a Zidane le queda algo, es que al alemán y al croata les dé por jugar.

Todo indica que repetirá el once que ganó en Valladolid, aunque no se descarta que cambie el dibujo y ponga tres centrales para quitar un delantero con un 3-5-2. Sería una manera de protegerse ante el peligro ofensivo del equipo italiano. Gasperini tiene la baja Hateboer. Repetirá lo que viene haciendo con ese 3-4-3 y con la única duda de Zapata o Muriel en ataque.