El Real Madrid de Arbeloa, campeón de Copa

[ { "insert": "León, 11 mar (EFE).- El Real Madrid revalidó el título de Copa del Rey juvenil tras imponerse 2-1 al UD Almería, que disputaba su primera final, en un partido que encarriló en el primer cuarto de hora, pero que acabó sufriendo para lograr su primer trofeo en una temporada inmaculada. " } ]

El Real Madrid de Arbeloa gana la Copa Juvenil ante la UD Almería

El Madrid se impuso al Almería 2-1 con goles de Fortuny y Manuel Ángel / RFEF

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El Real Madrid revalidó el título de Copa del Rey juvenil tras imponerse 2-1 al UD Almería, que disputaba su primera final, en un partido que encarriló en el primer cuarto de hora, pero que acabó sufriendo para lograr su primer trofeo en una temporada inmaculada.

Real Madrid Juvenil-Almería Juvenil (11/03/23)

Copa del Rey

2
1
Alineaciones
Real Madrid
Diego Piñeiro; David Jiménez, Jacobo Ramón, Manu Serrano, Youssef; Nico Paz (Camero, 74'), Andrés, Manuel Ángel (Ginés, 88'); Fortuny (Yeray, 67'), Gonzalo García (Mesonero, 67'), Palacios (De Llanos, 67').
Almería
Bruno Iribarne, Gázquez (Antonio García, 84'), Pla (Vicente, 84'), Torres (Leal, 66'), Paco Sanz; Varó, Marcos Peña, Casadevall (Oliva, 46'); Mariano, Saifi (Valen Gómez, 46'), Rachad.

El equipo de Álvaro Arbeloa, que no conoce la derrota, se jugará la próxima semana el primer compromiso de los cuartos de final de la Liga de Campeones en categoría juvenil ante el AZ Alkmaar holandés, verdugo del FC Barcelona.

Sin tiempo siquiera para situarse en el terreno de juego, el conjunto blanco ya puso la directa hacia el título con una llegada por banda izquierda de Youssef, cuyo centro superó a la defensa almeriense, encontrando en el segundo palo a Fortuny que celebró con el tanto de cabeza su dieciocho cumpleaños.

El equipo de Alberto Lasarte intentó despertar con una llegada de su jugador más peligroso por banda, Marciano, el extremo de Guinea Bisau, pero fue de nuevo el Real Madrid el que haría gala de su demoledor ataque.

Un despeje de la defensa rojiblanca, tras un lanzamiento de saque de esquina, fue enganchado por el capitán madridista, el internacional, Manuel Ángel para de un zurdazo milimétrico colocar el balón en la escuadra de Bruno Iribarne.

El haber encarrilado tan pronto dos goles en la final presentó un partido ya muy definido con el equipo de Álvaro Arbeloa campando a sus anchas ante un desconcertado rival al que su posible plan de encuentro se le vino abajo y no tuvo capacidad de respuesta, salvo alguna acción aislada.

El control blanco era absoluto, sin encontrar demasiada presión almeriense y las llegada sobre el portal de Iribarne se sucedieron, con un disparo envenenado de Nico Paz a la media hora que pudo traducirse en el tercer tanto.

El arranque del segundo acto mantuvo el mismo guión, con el doble cambio de inicio en el Almería de la entrada de Valen Gómez y Oliva, pero con un equipo madridista queriendo dejar todo finiquitado, algo que pudo lograr con un remate de Andrés que encontró un defensor para desviar el esférico.

Poco después llegaría otra clara oportunidad con un centro medido de Manuel Ángel que le puso un caramelo a Nico Paz para que el remate de cabeza de éste encontrara la manopla del guardameta almeriense haciendo un ejercicio de reflejos.

Tuvo que cumplirse el primer cuarto de hora de la segunda mitad para que llegara la primera ocasión de peligro andaluz con un centro de Marciano al segundo palo que, tras superar toda la defensa, encontró a Joan Gázquez en el segundo palo para rematar de cabeza contra el lateral de la red.

Fue la antesala de la ruptura del partido, convirtiéndose en un ida y vuelta, porque con la menor rigidez en los marcajes, ambos equipos se volcaron en busca, los madridistas de dejar todo resuelto y su rival con la intención de meterse en el encuentro quitándose complejos.

Pero tuvo que ser en una acción de mala fortuna para el guardameta del Real Madrid Diego Piñeiro al no despejar una cesión de Youssef para que, tras superarle el balón y golpear en el palo, llegar Rachad Fettal, autor del tanto almeriense que les llevó a la final, para anotar un inquietante 2-1.

Los nervios del portero blanco se pusieron de nuevo de manifiesto en un centro de Leal que no acertó a atrapar de primera y cuando dejó el balón muerto no llegó por milímetros otra vez el internacional español, atrapando finalmente Piñeiro.

No cejó hasta el final el conjunto de Lasarte en busca de forzar la prórroga pero el conjunto madridista capeó como pudo el temporal, más de acoso, que de ocasiones, para certificar el título no sin sufrimiento.