El Real Madrid aprovecha la indolencia del Valencia
El Real Madrid se reencontró con la victoria en la Liga ante un Valencia que le hizo sufrir más de lo que cabía esperar viendo cómo había afrontado el partido en el primer tiempo. Un gol en propia portería de Wass nada más empezar el encuentro y otro de Lucas Vázquez en el tramo final desnivelaron la balanza a favor del equipo de Santiago Solari.
Liga Santander
Real Madrid
Valencia
Real Madrid |
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Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón, Modric (Fede Valverde, 71'), Marcos Llorente, Ceballos (Isco, 80'), Lucas Vázquez, Benzema y Bale (Marco Asensio, 64'). |
Valencia |
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Neto, Wass (Piccini, 68'), Garay, Paulista, Gayà, Carlos Soler, Coquelin (Kondogbia, 68'), Parejo, Guedes, Santi Mina y Gameiro (Batshuayi, 72'). |
Dio la sensación de que el Valencia se presentó a jugar en el Santiago Bernabéu pensando que delante tenía a uno de los alevines de la Fábrica. Así que el Real Madrid se encontró al mejor rival posible para coger aire y dejar atrás la crisis -la enésima de la temporada- que había originado la derrota en el campo del Eibar. El equipo valencianista fue un rival tan indulgente en el primer tiempo que pareció que se había presentado dispuesto a suicidarse.
Los valencianistas se mostraron inofensivos en ataque y tremendamente vulnerables en defensa. Fueron un auténtico regalo para los blancos, que pese a encontrarse tantas facilidades, sólo fueron capaces de perforar la portería de Neto en una ocasión. El gol, lógicamente, fue consecuencia del desbarajuste visitante. La falta de contundencia dentro del área de Paulista resultó tan conmovedora como inexplicable. El central brasileño permitió que Carvajal le robara la cartera y el centro de éste fue rematado en propia portería por Wass. Un recital de despropósitos.
ternura
La actitud del Valencia resultó inexplicable. Nadie dio pie con bola en unos primeros 45 minutos para olvidar. Los blancos ganaron todos los duelos individuales y no desaprovecharon la ternura que exhibieron sus rivales en tanto en ataque como en defensa. Courtois fue un espectador privilegiado del partido. El Valencia siempre llegó tarde a la presión y movió el balón con una extremada lentitud y falta de precisión.
Dio la sensación de que los valencianistas salieron a jugar enarbolando la bandera blanca. Lo extraño es que el Real Madrid no acabó de sacar provecho a tantos regalos. Al margen del 1-0 de Wass en propia portería en el minuto 8 apenas dispusieron de unas pocas ocasiones para aumentar su ventaja. Benzema firmó una gran volea en el 3' y Bale firmó las otras tres ocasiones más claras de su equipo, aunque le faltó puntería ante Neto (14', 29' y 38'). En el área local, en cambio, un disparo a las nubes de Gameiro (28') y un disparo flojo de Parejo (31') fueron las únicas noticias.
El descanso cambió el curso del partido de forma radical. El Valencia se reactivó y el Real Madrid ya no se encontró tan cómodo. Resultó inevitable que la mejoría visitante se tradujera en muchos más acercamientos al área. Y en alguna de esas visitas debió llegar el tanto del empate, porque el equipo de Marcelino García Toral dispuso de dos clarísimas ocasiones que pudieron cambiar el rumbo del partido. En la primera Santi Mina falló un mano a mano con Courtois (53') y chutó por encima del larguero. En la segunda el resultado fue el mismo después de que Paulista se encontrara un balón franco en el segundo palo tras una falta colgada sobre el área (65').
contragolpes
El Real Madrid pareció despertar y dispuso de un par de contragoles para sentenciar. En ninguno de los dos estuvo acertado Marco Asensio. Especialmente en el primero (73'), cuando le llegó un balón en una situación inmejorable y su remate no encontró portería sino el cuerpo de Piccini.
En el toma y daca el partido acabó cayendo del lado madridista. Courtois firmó primero un auténtico paradón al evitar que Batshuayi le superara en un mano a mano (73'). Aunque el árbitro anuló la acción por fuera de juego, el VAR hubiera cambiado esa decisión. Y luego Lucas Vázquez aprovechó un nuevo contragolpe para sentenciar y acabar con la incertidumbre (83').
El 2-0 fue un muro demasiado alto para el Valencia. Pero si hubiera salido a jugar con la intensidad y la actitud del segundo tiempo, hubiera tenido muchas más opciones de puntuar en el Santiago Bernabéu. Eso resulta una quimera si sales al campo a pasearte.
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