El Madrid se anima para el Clásico

La goleada al Shakhtar frena la crisis antes de visitar el Nou Camp y consolida las ideas de Ancelotti

La vuelta de Kroos y Mendy fortalecen al equipo en el juego sin balón y Vinicius reaparece para golear

Así fue el doblete de Vinicius que sentenció el encuentro ante el Shakhtar

Vinicius marcó dos goles decisivos en el segundo tiempo que sentenciaron el partido / Telefónica

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Carlo Ancelotti dio con la tecla para golear al Shakhtar en la Champions y dejar la crisis atrás. El Real Madrid venía de dos derrotas y un empate, pero sobre todo de una pobre impresión futbolística que cuestionaba sus decisiones. El 0-5 en Kiev devuelve la confianza al equipo en la semana del Clásico, cambiando su estado de ánimo que regresa al punto de partido que tuvo con el buen inicio de temporada en el que ganó seis de siete partidos completado con empate en el campo del Levante.

Ancelotti recupera los dos aspectos que se había dejado en el camino en los últimos enfrentamientos: la pegada y la solidez defensiva. Benzema estuvo mejor acompañado que en partidos anteriores de un Vinicius fresco al que el parón de selecciones le ha venido bien, y de Rodrygo, que aportó velocidad al juego de ataque para amenazar por la derecha a la defensa ucraniana y complementar a sus dos compañeros de faena. Los tres marcaron lanzados por un equipo que se juntó a ellos sin dejar espacios entre líneas.

FUNCIONÓ EL 4-3-3

También funcionó la presión con Casemiro dando un paso adelante saliendo de la cueva defensiva al que acompañó la zaga adelantando también la línea. Y se replegó con orden y disciplina cuando el Shakhtar manejaba bien la circulación para salir al contragolpe con velocidad y siendo vertical. Ancelotti apostó por el 4-3-3 como anunció en la víspera: “He intentado defender con un 4-4-2, como ante el Espanyol, y no ha salido bien. La idea es clara y este equipo tiene que jugar 4-3-3...”.  

La vuelta de Kroos y Mendy fortalecen al equipo en el juego sin balón. El alemán se complementa con Casemiro y Modric, que se conocen de memoria, y volvió a ser el eje del juego. Recuperó la batuta para repartir balones desahogando la salida del juego con su habitual eficacia. Y Mendy aportó equilibrio en la izquierda por su poderío defensivo. Se prodigó poco en ataque, pero su solidez atrás dio seguridad a sus compañeros de línea y aire a Vinicius para que rindiera con fluidez en ataque sin desgastarse demasiado en defensa. El Madrid fue un bloque consistente que borró del campo al equipo que el año pasado le sacó los colores en los dos partidos que jugaron.