Quién es Loris Karius, el 'héroe' de la decimotercera

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La gran diferencia en Kiev la hicieron los porteros. Mientras por el lado del Real Madrid el tico Keylor Navas respondió cuando se le necesitaba, en el arco del Liverpool hubo uno que jugó en contra de los redsLoris Karius. 

Dos de los tres goles del equipo merengue fueron obra exclusiva del arquero de 25 años. El primero del juego, hecho por Benzema, llegó tras un regalo del guardameta alemán que quiso sacar rápido, dejándosela en bandeja al '9' blanco. Después, cuando su equipo perdía 2-1 y aún tenía esperanzas de remontar, el bueno de Loris se comió un remate de 25 metros de Gareth Bale. Encuentro sentenciado. Y portero también.

En la previa del partido ya generaban dudas sus constantes inseguridades. Phil Thompson, leyenda del Liverpool en las décadas del 70' y 80', mencionó antes de la final que no le ve en la próxima temporada con los ingleses. “El chico debe aprovechar la final de la Champions League, ¿pero si creo que debería ser cambiado? Probablemente“, estimó. Sin embargo, Karius no estuvo ni cerca de 'aprovecharlo', sino todo lo contrario.

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El germano comenzó su andar por el fútbol profesional en el Mainz. Se afianzó como titular en 2013, llegando a ser una de las promesas más importantes de una generación dorada de porteros en la Bundesliga: Manuel Neuer en el Bayern, Ter Stegen en el Borussia Mönchengladbach... y ahí, justo detrás, venía Karius. Pero se quedó.

Tan solo siete millones de euros pagó el Liverpool al Mainz para hacerse con sus servicios en verano de 2016. Lo que pareció barato lo cobraron caro en Kiev. Jürgen Klopp depositó su plena confianza en él, incluso poniéndole por encima de otro acostumbrado a las calamidades: Simon Mignolet. 

"Es mucho mejor de lo que habéis visto. Queremos desarrollar futbolistas, no convencer a la gente de que no son malos. Karius tiene muchas cosas que a otros les gustaría tener", mencionó el entrenador en una ocasión. Así le fue: 3-1 en Kiev y la esperanza perdida de hacer historia con el Liverpool. 

Tras el pitazo final se desplomó sobre el césped, fulminado por sus propias equivocaciones. Sus lágrimas reflejaban la impotencia de saberse responsable. En un acto de gallardía le pidió perdón a los aficionados, que le dejaron claro el lema del club: nunca caminarás solo. Pero la historia ya estaba escrita. Lo que pudo ser y no fue gracias a Loris Karius, el héroe de la decimotercera del Madrid.