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REAL MADRID

Plenos poderes y obligaciones para Güler

El turco fue, junto a Mbappé, el jugador más destacado del Madrid en el único amistoso oficial de pretemporada: asistió al francés y tuvo dos palos, apropiándose de las jugadas a balón parado

Mbappé y Vinicius celebran con Güler uno de los goles del francés.

Mbappé y Vinicius celebran con Güler uno de los goles del francés. / ANNA SZILAGYI / EFE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Madrid

Si hay un jugador en el que Xabi Alonso tiene confianza es Arda Güler. A la tercera (temporada), el turco espera que sea la vencida en el Madrid. El centrocampista es el proyecto más ambicioso que tiene el técnico vasco. Quiere aprovecharse de su buen pie, tanto a balón parado como en estático, para construir a su alrededor el juego de un equipo que necesita técnica para aprovechar el músculo que ha ganado Güler.

Contra el Tirol, el turco se echó encima al Madrid desde los primeros compases. Arrancó desde la derecha, la posición en la que más y mejor ha rendido en su corta, pero intensa carrera. Con el paso del encuentro se desdobló para aparecer por el centro. Asistió a Mbappé en el tanto inaugural con un pase fino que encontró las espaldas de un cuadro austriaco que puso a sus pies. En realidad, el guión previsto.

Porque Güler nunca ha tenido problema contra equipos inferiores o en épocas de responsabilidad limitada. En su primera temporada, se lesionó en el menisco de la rodilla para arrancar del peor modo posible su aventura en el conjunto blanco. Recayó y no debutó hasta enero en la Copa del Rey. Fue una anécdota que por fin convirtió en relato al final de esa campaña 2023/2024 en la que ayudó a abrochar el título de Liga.

Claras diferencias frente a Ancelotti

En la campaña que el Madrid inicia este martes ante Osasuna, Xabi Alonso le dará plenos poderes y responsabilidades. En el Mundial de Clubes le utilizó como hilo conductor desde la creación y su visión de juego será fundamental para que encaje el rompecabezas de un equipo reforzado, pero que necesita un perfil que imponga la claridad en momentos de atasco. Además de sus pases al espacio, Güler tiene que explotar otra gran virtud.

Ancelotti no le dio la confianza necesaria y llegó a denunciar veladamente las presiones de su entorno para que jugase. "El banquillo lo ha chupado bien", llegó a decir de un jugador que se hizo espacio a través de las jugadas a balón parado. Además de la asistencia a Mbappé, inauguró el apartado de ocasiones con un zurdazo que impactó en el larguero. Volvió a encontrarse con la madera en la segunda parte, de falta directa.

Encontró una vez más al '10' galo para servirle otro pase que debió ser de gol, como otro que sirvió a Gonzalo. De los jugadores clave, fue el que más minutos acumuló. Encajó tanto en el 4-3-3 inicial como en la modulación de tres defensas de la segunda. Güler marcó la pauta a seguir para un equipo donde tiene que ganar imponencia frente a los rivales en los duelos. El turco tiene ahora que convertir el brillo en rutina.