El plan de Ancelotti para 'matar o morir' en la final de la Copa del Rey

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, se la juega ante el Barça en la final de Copa. Su puesto y el de varios jugadores que, en caso de naufragio, formarán parte de una operación salida este mercado de verano. Para evitar las estampidas sufridas en la Supercopa y en el primer clásico de Liga, el italiano prepara el regreso al 4-4-2 frente al 4-3-3 que ha utilizado esta temporada. Lo haría con Vinicius y Mbappé en la dupla de ataque, con Bellingham formando en la mediapunta.

Carletto quiere morir con la idea que tan buen resultado le dio la campaña pasada, cuando firmó el doblete de Champions y Liga. Un regreso a la esencia que se vio obligado a retorcer esta temporada para ubicar a un tridente con Vinicius, Mbappé y Rodrygo que nunca ha funcionado. El tercero sería el sacrificado, a pesar de que Ancelotti siempre le ha puesto por encima de otras opciones, incluso estando a un nivel que le ha llevado, ya no solo a perder el gol, sino hasta la intención de cara al arco rival.

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Un rombo condicionado por Valverde

A principio de 2024/2025, uno de los grandes males del Real Madrid fue su baja tasa de conversión, que llevó a Mbappé a ser uno de los jugadores con peor diferencia de expected goals (xG) de Europa. El francés ha ido corrigiendo este rato, pero contra el Getafe el conjunto blanco volvió a adolecer de falta de puntería. Sin embargo, la gran preocupación de Ancelotti está en la sala de máquinas, donde su proyecto ha naufragado. La incapacidad para sustituir a Kroos ha provocado una interinidad para la que Carletto no ha tenido paciencia.

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Es más, a finales de abril ha encontrado que Güler puede ser una gran opción para estar en la base de la jugada. Frente al Getafe estuvo mucho más acertado que formando como extremo. Con Tchouaméni y Valverde como fijos en el centro del campo y Bellingham en otro de los vértices del rombo, queda una posición por asignar. La más importante, desde la que el Real Madrid quiere controlar el ritmo de un partido que en los precedentes contra el Barça siempre ha sido patrimonio de Flick.

La opción preferente es Ceballos, con el que el Real Madrid ha creado una dependencia que nunca imaginaría. Todo ello, a pesar de que Modric estuvo a buen nivel ante el Atheltic en un examen que iba a proponer cambios. El problema con el andaluz es su debilidad física. Antes del encuentro frente al Getafe tuvo que ser masajeado por un fisioterapeuta del club después de parar en seco su calentamiento. Peor suerte corrieron Alaba y Camavinga, que sufre una rotura completa del tendón del aductor izquierdo. Esto ha provocado otro contratiempo en el plan diseñado por el de Reggiolo.

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Fran García contra Lamine Yamal

Los laterales son otro de los grandes dolores de cabeza del técnico madridista. Con la lesión de Carvajal y Mendy llegando al límite a La Cartuja, Carletto tendrá que armar las alas de su equipo a contracorriente. "Sí, Fran García”, confirmaba en la sala de prensa del Coliseum. El canterano, que nunca ha contado con la confianza de su entrenador, tendrá el duro examen de hacer frente a Lamine. Por la banda contraria, la alternativa es Lucas Vázquez, aunque siempre está el condicionante de Valverde.

En los partidos importantes de esta temporada, el uruguayo ha sido titular en una posición en la que pierde presencia. Aunque en los muchos partidos que hay dentro de un mismo encuentro, Valverde ha sabido tomar la iniciativa para salirse del marco y contribuir en otras posiciones del ataque, como ocurrió en el Bernabéu ante el Athletic. Allí anotó un gol que agarró al Real Madrid a la Liga. Sin embargo, el rendimiento de Lucas Vázquez en los últimos partidos ha fortalecido su papel, menguado por ser el último de la fila, a pesar de llevar el brazalete de capitán.

Si Valverde regresase al lateral, esto abriría una doble vía de control en el centro del campo con Modric y Ceballos. Sería el modo de rebatir el dominio absoluto que ha establecido Pedri en esta parcela del campo. Esta posibilidad también puede dibujarse en la segunda parte, según como transcursa el partido. El cuadro blanco necesita un mayor intervencionismo por parte de Ancelotti, quien salvo en los últimos encuentros ha hecho siempre muy tarde los cambios (e incluso no los ha consumido, a pesar de sus quejas por el calendario).

Lo que sí es imprescindible para el Real Madrid en la penúltima batalla que tiene para salvar la temporada es que Bellingham recupere la frescura de ideas para acoplarse con una pareja formada por Vinicius y Mbappé que necesita un punto de interconexión. Y para todo lo que no funcione, Courtois, el único que ha dado el nivel en el último mes de competición, donde sus manos han sido un dique de contención contra la bajada de brazos colectiva que Ancelotti no se puede permitir en Sevilla de ninguna de las maneras.