LIGA BBVA: REAL MADRID-ATHLETIC DE BILBAO

La pegada del Real Madrid tapa sus lagunas

El Real Madrid despachó al Athletic con los goles de Cristiano Ronaldo (2), James Rodríguez y Kroos. El Athletic apretó en el primer tiempo, pero luego bajó los brazos

Cristiano Ronaldo firmó dos de los cuatro goles del Real Madrid

Cristiano Ronaldo firmó dos de los cuatro goles del Real Madrid / sport

Francesc J. Gimeno

Las circunstancias volvieron a aliarse a favor del Real Madrid, que sumó una nueva victoria en el Santiago Bernabéu con Zinedine Zidane en el banquillo. El Athletic le puso las cosas dificiles durante buena parte de la primera mitad, pero los blancos se acabaron sobreponiendo a las dificultades gracias a su tradicional pegada, que acabó tapando sus inexplicables errores en defensa. Ante otro rival, las cosas hubieran sido muy diferentes, pero los de Ernesto Valverde pecaron de ingenuidad, perdonaron en exceso y acabaron pagando las consecuencias.

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LIGA BBVA

4
2
Alineaciones
Real Madrid
Keylor Navas, Danilo (Nacho, 68'), Varane, Sergio Ramos, Carvajal, Kroos, Modric, Kovacic (Isco, 73'), James Rodríguez (Lucas Vázquez, 80'), Cristiano Ronaldo y Benzema.
Athletic de Bilbao
Iraizoz, De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga, Iturraspe (Elustondo, 62'), Beñat, Sabin (Borja Viguera, 80'), Eraso, Lekue (Muniain, 69') y Aduriz.

A los blancos se les puso el partido de cara muy pronto. Cristiano Ronaldo apenas necesitó tres minutos para ganar la espalda de De Marcos y superar a Etxeita dentro del área con un quiebro marca de la casa. Iraizoz no pudo hacer nada para evitar que su chut cruzado se colase por la escuadra. Paradójicamente, el 1-0 despertó al equipo rojiblanco de su letargo. No tardó mucho en recomponerse gracias a un grave error de Varane a la hora de ceder el balón a Keylor Navas. Eraso se lo encontró en una situación inmejorable y prácticamente sólo tuvo que empujarlo para anotar el 1-1.

El empate descolocó al Madrid, que en los minutos siguientes no jugó con la comodidad acostumbrada en el Bernabéu desde la llegada de Zidane. Los blancos se mostraron muy blandos en defensa y concedieron varias oportunidades claras que los delanteros rojiblancos no supieron transformar. Aduriz puso a prueba a Keylor Navas con un espectacular cabezazo en el 18' y diez minutos después desvió con el pie un centro de Balenziaga y el balón se estrelló en el larguero.

El partido era un toma y daca, con ocasiones en ambas áreas -los blancos también pudieron ponerse por delante por mediación de Danilo o Cristiano Ronaldo- y podía suceder cualquier cosa. La moneda cayó del lado local a raiz de un zurdazo desde fuera del área de James que pilló a Iraizoz descolocado. La proverbial pegada local decantó el partido. El colombiano sacó petróleo de una jugada sin aparente peligro.

El Athletic pudo volver a empatar dos minutos después por mediación de Sabin, pero la suerte volvió a aliarse con los locales, que en la última acción del primer tiempo prácticamente lograron el 3-1 merced a la conexión entre Cristiano y Kroos. El alemán no perdonó.

el athletic baja los brazos

El partido estaba prácticamente decidido y el Athletic afrontó la segunda parte con esa mentalidad. No exhibió la misma ambición que en el primer tiempo y eso se reflejó en el terreno de juego. Cristiano tuvo una buena oportunidad para aumentar las distancias y minutos después Aduriz desaprovechó otra gran ocasión para reducir distancias al dejar que Keylor Navas le ganase la partida en un mano a mano (68') que pudo cambiar el encuentro.

Durante muchos minutos, apenas se registraron ocasiones en ninguna de las dos áreas hasta que el partido se animó con la increíble expulsión de Varane, al que el árbitro mostró dos tarjetas amarillas por sendas acciones idénticas en las que ni siquiera cometió falta sobre Aduriz. Cristiano se encargó de sentenciar al aprovechar un despiste defensivo rojiblanco a falta de tres minutos, y Elustondo cerró el marcador con el 4-2 definitivo al cabecear un centro de De Marcos desde la derecha.

Al Athletic le faltó creer en sus opciones de victoria durante toda la segunda mitad y al Madrid le sobró pegada y suerte, como casi siempre.