Primero Messi y ahora Lamine: Mbappé revive su peor pesadilla

Otra vez un hat trick que no sirvió para nada en uno de los partidos más importantes del año. Kylian Mbappé hizo todo lo que estaba en su mano para que el Real Madrid compitiera en el Clásico ante el Barça, pero no fue suficiente para doblegar al equipo dirigido por Hansi Flick, que se levantó y golpeó con dureza a los blancos para encarrilar el título liguero.

Mbappé se pronuncia tras la derrota del Madrid en el clásico

El francés forzó y anotó el penalti del primer gol, amplió la ventaja con un gran desmarque midiendo el fuera de juego (esta vez sí) y definiendo con clase ante Szczesny y completó su particular hat trick aprovechando el regalo de Vinicius Jr, que le cedió el esférico con un pase de la muerte ante el meta polaco.

A pesar de la gran actuación de Kylian Mbappé, el Real Madrid no pudo ganar y fue sometido por el recital culé, con Raphinha y Lamine Yamal como grandes protagonistas. El brasileño se encargó de sentenciar el partido, pero el joven canterano volvió a dar un clínic de fútbol sobre el césped, con golazo incluido para empatar el partido y asestar un golpe moral a su rival.

El show de Lamine, bien acompañado por el resto de sus compañeros en un equipo en el que brillan todos, dejó el hat trick de Kylian Mbappé en algo casi anecdótico y que, eso sí, sirve para que el francés se ponga líder en el pichichi y se acerque a la Bota de Oro.

Una situación que recuerda a la pesadilla que tuvo que vivir Mbappé hace unos años, en la final del Mundial de Catar de 2022. Aquel día, con la Argentina de Leo Messi en frente, el delantero ya realizó una actuación legendaria con un hat trick, marcando además su penalti en la tanda definitiva, pero fue insuficiente.

La albiceleste alzó el título con un Messi colosal que marcó un doblete y tampoco falló desde los once metros en la tanda para terminar alzando un trofeo que le colocó en un nuevo escalón en la historia de este deporte, uno que probablemente nadie haya alcanzado.

El Clásico de ayer no fue una final de un Mundial, pero el guion tuvo trazas similares a las de aquel día, con un Mbappé sobresaliente que hizo todo lo posible, firmó un hat trick y aun así vio como el triunfo y los halagos se los llevaban otros. En su día fue Leo Messi y este domingo Lamine Yamal. Ambos se han convertido en verdugos, en diferentes momentos, del talentoso delantero francés.