Máxima presión

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Segundo derbi de la temporada entre el Real Madrid y el At. Madrid con máxima presión y cuentas pendientes entre dos equipos que se tienen ganas. Se pelean por “mandar en la capital”, por pintarla de blanco o rojiblanco. Y la vara de medir es quien gana más títulos o quien está por encima en la clasificación. Ahora, el Madrid, pero será el Atleti si gana, y lleva un lustro sin perder en el Bernabéu. Serán ellos los que saquen pecho orgullosos de superar al ‘imperio’ de la acera de enfrente, que les dobla en presupuesto.

Quien más presión tiene es Lopetegui, que ya sufrió un repaso de Simeone en su primer pulso en la Supercopa de Europa. Otra derrota ante su rival capitalino le haría bailar en el alambre tras del ridículo de Sevilla. Tres puntos que vuelan y que sumarían siete de los últimos 12 jugados en Liga y con los rojiblancos por encima. Y eso, el madridismo, no lo podría aguantar. Lopetegui se la juega diga lo que diga o divague cuando le preguntan.

Enchufado

El Atlético llega reforzado. Ha recuperado la personalidad, el juego coral sin balón y el fútbol directo que destroza rivales. Una estructura que se le ha atragantado a los blancos en los últimos años, sobre todo en el Bernabéu. El estilo del Madrid encaja como anillo al dedo a la propuesta futbolística de Simeone. Es una amenaza que los blancos sufren de manera desesperante ante la falta de recursos o ideas para romper esa telaraña zurcida a conciencia por el argentino. En el lado oscuro de los rojiblancos prevalece el rencor hacia los blancos por perder dos finales de Champions. No lo perdonan y eso carga sus baterías cada vez que se miden a ellos en busca de una venganza que no tiene fecha.

Galones

Lopetegui pierde a Isco y Marcelo, pero recupera a Carvajal. Se supone que mantendrá el once que cayó en Sevilla, pero más por respeto al orden que imponen las vacas sagradas que a su propia pizarra. Porque hay jugadores que han caído en la vulgaridad, como Ramos o Benzema, pero tienen demasiados pitones como para dejarlos en el corral. Lopetegui volverá a confiar en ellos para acompañar a los que dan la cara, dejando en el banquillo a los que están locos por rompérsela si es menester.

Doble duda Simeone es más optimista. Su mensaje es perpetuo y su plan eterno en un vestuario que se entrega a la obra. Ha recuperado la mejor versión de su pesos pesados, en los que descansará una vez más la responsabilidad de amargar la vida al Santiago Bernabéu. La doble duda es Lemar o Correa y Thomas o Rodrigo.