Manuel Jabois: "Cristiano me provoca mucha simpatía"

Manuel Jabois creció en un entorno familiar madridista

Manuel Jabois creció en un entorno familiar madridista / MÓNICA PATXOT

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Manuel Jabois (Pontevedra, 1978) se ha convertido en uno de los articulistas más seguidos en España. Colaborador habitual en El País y la SER, destaca por su estilo irónico y alergia a lo políticamente correcto.

En una ocasión escribiste que no entendías como queda gente que aún no es del Madrid. Decías que era como renunciar voluntariamente a la felicidad...

[Risas]. Eso fue un tuit. Y lo malo que tienen los tuits es que, cuando pasa el tiempo, se pierde el contexto. Eso fue después de un partido calamitoso del Madrid que se ganó en el último minuto y después de jugar como el culo. Yo con las victorias estoy bastante callado en público. Y cuando se pierde me gusta reírme de mi mismo o de mis aficiones, en este caso el Madrid. Pero se me desentierra siempre esta frase como si fuera un tarado intentando evangelizar a todo el mundo al madridismo.  

En ocasiones has reconocido ser un nostálgico, ¿te ocurre algo parecido con el fútbol y el Madrid?

Me pasa cuando juega Messi. Entonces pienso, ¡joder!, qué felices éramos [risas]. Cuántas alegrías, entonces. Pero siempre he dicho que el fútbol me recupera la niñez durante noventa minutos. Vuelvo a sentirme un niño cuando veo jugar al Madrid. Yo no soy de esos que hablan de odio eterno al fútbol moderno. Las cosas evolucionan y el fútbol tiene que evolucionar como todo. No siento tanta nostalgia por el fútbol como por cómo era yo con diez años. Ahora te importan cosas trascendentales y, sin embargo, durante noventa  minutos lo único que te está importando alrededor es que la pelotita entre. Luego lo miras con frialdad y piensas: ‘¡joder!, solo es un juego’. Y sin embargo luego se repite una y otra vez esa sensación.

"Los fanáticos olvidamos que los futbolistas son más jóvenes que nosotros"

¿Qué te ha dado más disgustos el Madrid o las mujeres?

Yo soy el principal fabricante de mis disgustos, la verdad [risas]. Nunca se los puedo a achacar a terceros. Las mujeres y los hombres a mí, en general, me han dado más alegrías y siempre que los he perdido me he quedado con las mejores lecciones. 

¿Y el Madrid? 

Claro que han sido muchos los disgustos del Madrid, porque en este deporte siempre se pierde más que se gana, pero los llevo con bastante naturalidad.Siempre digo que para disgustos ya está la vida y en el fútbol lo que busco es una alegría extra. 

¿Qué percepción tienes de los futbolistas?

Una vez un futbolista de élite me dijo que eran como purasangres. Tipos criados y cuidados hasta el mínimo detalle para producir y rendir lo máximo en un campo de hierba, [risas]. Y tienen algo de eso. Alguna vez  he visto algún entrenamiento de equipo top. Y son efectivamente como tíos extraordinariamente cuidados. Extraordinariamente metidos dentro de una inmensa burbuja en la que ellos mismos se desenvuelven a partir de un código propio. Pero nosotros, los fanáticos, olvidamos que ahora ya son más jóvenes que nosotros.

Esto es un sentimiento muy poderoso entre los periodistas deportivos... 

Claro. Y que cuando los veíamos de niños pensábamos que eran unos señores mayores que hacían un deporte cuando en realidad eran chavales de 20 años que normalmente son merecedores de críticas que no tienen en cuenta lo rápido que han tenido que crecer.  Muchas veces se dice: este tío es un juguete roto, este otro se ha echado a perder, ¡joder!, qué mérito tiene no echarse a perder. Me parece un mérito extraordinario tener veinte años, ganar una millonada y tener ese sacrificio.

¿Crees que es justo que los futbolistas tengan que ser ejemplo de algo?

Yo siempre he defendido que no, porque yo creo que todo el mundo puede hacer con su vida lo que le dé la gana, lo bueno y lo malo. Siempre he defendido que solo deberían ser referencia en un campo de juego y en todo lo que afecta al deporte. ¿Qué pasa? Que vamos a otra cosa. Tú eres el ídolo de muchísimos niños. Por lo tanto también implica una cierta responsabilidad.  Creo que era Spiderman que decía que todo poder conlleva una responsabilidad. Que sea injusto no quiere decir que no sea verdad. 

El aficionado también tiende a proyectar sus ilusiones en los futbolistas...

El futbolista no puede ser esclavo de sus aficionados. No puedes convertir tu vida en un modelo para los aficionados y dejar de vivirla cómo tú la sientes. Yo como aficionado siempre he criticado mucho a Guti, pero yo como jugador hubiera hecho lo que Guti a lo mejor multiplicado por tres. Siempre se decía que Guti entrenando como una bestia hubiera sido el mejor del mundo. Bueno, pero Guti ha tenido la vida que él ha elegido tener. 

"La intimidad de Messi está bastante protegida y eso me parece que levanta un misterio bastante necesario" 

Hablemos de Cristiano; ¿es un personaje que te genera simpatía o rechazo? 

A mí Cristiano me provoca muchísima simpatía. Entre otras cosas por el grandísimo rechazo que genera en otros ámbitos. Es un jugador extraordinariamente egoísta. Extraordinariamente narcisista. Extraordinariamente ambicioso. Y sin todas esas cualidades no habrían sido el jugador que es. Hablamos de seres muy delicados, con una infancia muy complicada, y que han tenido que hacerse fuertes en la vida y en su profesión. En el talento natural de Messi cabe el cielo. Cristiano ha tenido que hacerlo todo por sí mismo para ponerse a su altura. Y eso me merece el máximo respeto.

Piqué, ¿te parece un personaje saludable para el fútbol?

Desde luego. Me parece saludable y necesario. Sobre todo me parece un jugador muy libre. También un fanático en el sentido más honesto. Un madridista quiere que el Barça pierda siempre. Él quiere que siempre pierda el Madrid. 

Messi es otra cosas, para muchos sigue siendo un misterio, ¿qué te llama más la atención de él?

Precisamente eso. Vivimos en un mundo de sobreexposición brutal. Y en ese sentido la intimidad de Messi está bastante bien protegida. Seguramente por su carácter. A mí eso me parece que levanta un misterio bastante necesario. Es el jugador más famoso del planeta y probablemente conocemos más cosas del jugador número cincuenta.