Mal rollo en el Madrid

Los primeros entrenamientos de pretemporada han servido para comprobar que el ambiente en el seno de la plantilla del Real Madrid no es el habitual a estas alturas de la temporada. El primero en dar muestras de su descontento ha sido el portugués Cristiano Ronaldo, que en los cinco días que lleva con el equipo blanco en Melbourne ya ha protagonizado un par de episodios muy reveladores. Algo le ronda al crack madridista, que en un par de entrenamientos se ha mostrado taciturno e incluso no ha ocultado su enfado. El mal rollo se puso también de evidencia ayer en un encontronazo que se produjo entre dos pesos pesados como Álvaro Arbeloa y Sergio Ramos.

Las cámaras de ‘Cuatro’ expusieron ayer el mosqueo de Cristiano al concluir uno de los entrenamientos. El luso enfiló los vestuarios con cara de pocos amigos después de haber lanzado el peto al césped. Fue el primero en irse. Durante la sesión, solo había sonreído tras bromear con Ramos.

No era la primera vez que Cristiano exhibía su malestar. El día anterior también se le había visto irritado por los continuas interrupciones del técnico, Rafa Benítez, durante el entrenamiento. El entrenador madrileño no paró de hacer correcciones a sus jugadores y eso no gustó nada al internacional portugués. No se escondió. Su cara lo decía todo.

De momento, no hay ‘feeling’ entre Benítez y Cristiano Ronaldo. Al crack portugués no pareció sentirse especialmente cómodo con las muestras de complicidad de su técnico. Todo lo contrario.

A Cristiano no le ha debido hacer mucha gracia comprobar la indulgencia con la que el nuevo entrenador madridista está tratando a Gareth Bale. Se ha dado cuenta de que ha pasado de ser la gran referencia del equipo madridista a una discreta segunda posición en el escalafón y eso no le ha gustado lo más mínimo. El galés ha pedido jugar en punta, como segundo delantero, y Rafa Benítez ha transigido.

También se produjo otro momento de gran tensión durante el entrenamiento cuando Arbeloa y Sergio Ramos chocaron en la disputa por un balón. El central andaluz se llevó la peor parte y no ocultó su disgusto. Mientras se dolía del fuerte golpe recibido, Ramos exclamó: “La madre que te parió, Álvaro, tío”. Posteriormente, mientras los dos jugadores se dirigían a los vestuarios, el central insistió y se lo volvió a recriminar a su compañero. “Arbe, recuerda, freno de mano si no llegas”. Aunque de cara a la galería Sergio Ramos está poniendo buena cara hasta ahora, nadie puede olvidar que sigue empeñado en marcharse del Real Madrid.