CHAMPIONS LEAGUE 2016/2017: LEGIA VARSOVIA-REAL MADRID

El Madrid se quedó mudo en Varsovia

Lo que parecía una goleada a puerta vacía acabó siendo un ridículo empate que complica, y mucho, el primer puesto del grupo para el Real Madrid

Germán Bona

Mudo. Así se quedó el Real Madrid al no pasar del empate ante el Legia Varsovia en un partido marcado por la ausencia de público. Los continuos incidentes con los seguidores más radicales del club polaco llevaron a este panorama desolador y extraño para cualquier futbolista. La contradicción del espectáculo sin espectadores despistó a un Real Madrid que vino a golear y salió escaldado. El Borussia Dortmund salió de Varsovia con un 0-6 en el saco y el Madrid no quería ser menos, pues el 'goal average' puede ser definitivo en la lucha por el primer puesto del grupo. No solo no recortaron la diferencia de goles, sino que ya están a dos puntos de los alemanes. Se les complica, y mucho, el primer puesto.

Zinedine Zidane salió con toda su artillería y quiso saldar el debate de la titularidad de Morata, que la afición pedía a gritos, dando entrada al madrileño pero manteniendo a la BBC en pleno, Benzema incluido. El 'overbooking' arriba provocó que se taparan los espacios entre ellos -Morata es el que jugó algo más retrasado y se fue mucho a la izquierda-, y que el equipo se desnudara ante las contras rivales. Se fió Zidane de la superioridad en el intercambio de golpes de su equipo y se equivocó. 

Y eso que no se había cumplido ni un minuto de partido y el Madrid ya ganaba. Bale volvió a evidenciar que es el miembro de la BBC en mejor forma. Su volea fuera del área con la zurda fue imparable para Malarz, pero el meta es de lo mejor de un Legia muy flojito atrás y mantuvo con vida a su equipo en varias acciones. Las ocasiones se fueron sucediendo, pero entre sus paradones, que dejaron con las ganas a Benzema y Bale, y la defensa, que sacó bajo palos un gol cantado de Varane, fueron pasando los minutos sin que el Madrid engrosara la cuenta.

Parecía cuestión, simplemente, de tiempo, que llegara el segundo. Al Legia le costó pisar el área visitante, y cuando lo hizo, como en el minuto 19, el árbitro se lavó las manos y no quiso ver penalti en un manotazo de Coentrao en la cara de Radovic. Así que en el 34' quien marcó fue Benzema, su primer gol en esta edición de la Champions, a pase medido de Bale. 

El Madrid se las prometía muy felices, pero como ya sucedió en el Bernabéu, Zidane infravaloró con su planteamiento la capacidad ofensiva del Legia y es arriba donde los polacos dan lo mejor de sí. El belga Odjidja Ofoe hizo lo que quiso en una acción donde nadie le salió a tapar, se perfiló en la frontal del área y conectó un zurdazo que ni pudo oler Keylor Navas. Un gol por la escuadra que hizo crecer a los polacos hasta el descanso.

trepidante reacción polaca

Se marchó frío el Real Madrid a los vestuarios... y así volvió. Y eso que el segundo tiempo empezó con una doble ocasión de Bale y Cristiano Ronaldo, pero sin centro del campo, con cuatro jugadores atacando y otros cuatro defendiendo, los riesgos pueden salir caros. Y el Legia, que estaba noqueado en el minuto 40 del primer tiempo, empató en el 57, de nuevo tras la acción individual de un futbolista, en este caso Radovic, que corrió los metros que quiso y marcó con la puntera.

El 'experimento' no le salió bien a Zidane y tuvo que retroceder quitando a Benzema y poniendo a uno de los salvadores habituales, Lucas Vázquez, regresando el equipo a un sistema más habitual.

Tenía tiempo el Madrid, pero algunos hicieron la 'guerra' por su cuenta. Tras el 'oasis' del partido ante el Alavés, CR7 volvió a ser el futbolista desesperado, reclamón -pidió más de un penalti- y obsesionado con el gol. Una dificultad más para un Madrid que convirtió la recta final del partido en un correcalles.

El recién salido Prijovic asustó a Keylor Navas en el 80' y dos después, hizo saltar la banca el Legia ante el desconcierto total del Madrid. Triangulación perfecta a la contra y gol de Moulin que dejaba al Madrid contra las cuerdas. Tuvo que ser un integrante de la tan denostada clase media, Kovacic, quien devolviera las tablas al marcador gracias al taconazo de Carvajal. Y los de arriba, desaparecidos...

Embotelló y buscó la épica el Madrid en los instantes finales y Lucas Vázquez disparó al larguero en la última acción del partido. Pero no siempre la épica sale bien y el Madrid se quedó mudo en Polonia.