El Madrid tiene plan B para sustituir a Ramos

Maneja las opciones de Alaba y Pau Torres por si no cierra el acuerdo de renovación con el capitán

El austriaco tiene el visto bueno de la dirección deportiva y económica y el valenciano costaría 50 millones

Sergio Ramos, en la encrucijada

Sergio Ramos, en la encrucijada / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Sergio Ramos inició hace seis meses una estrategia para convencer y presionar al Real Madrid para conseguir renovar, pero no ha conseguido nada.

Ambas partes tienen buena predisposición, pero cada una con condiciones diferentes. El club desea renovarlo, pero no a cualquier precio como pretende el jugador, que cumplirá los 35 años dentro de tres meses.

La cúpula blanca sabe que necesita renovar el equipo y eso pasa por los que rinden poco y por los jugadores veteranos cuyas prestaciones tienden a descender. 

Si el Madrid no cierra un acuerdo con Ramos, que ya tiene libertad para negociar con cualquier otro equipo al terminar contrato el 30 de junio, tiene un plan B para sustituir al sevillano.

David Alaba y Pau Torres están en la agenda blanca para reforzar la defensa como relevos del camero. El austriaco tiene el visto bueno de la dirección deportiva y del departamento económico, según Marca, y estaría dispuesto a abordar el fichaje del central del Villarreal cuya cláusula es de 50 millones, aunque su valor de mercado sea de 40. 

RENÉ RAMOS EMPIEZA A DUDAR

La frialdad con la que el Madrid está tratando la renovación de su capitán empieza poner nervioso a su entorno. Su hermano y representante René Ramos empieza a dudar de que el club esté dispuesto a conceder sus peticiones.

Así lo hace ver compartiendo el tweet del periodista Alfredo Duro que tampoco entiende la situación: “Alguien deberá explicar cómo y por qué hemos llegado a este punto, permitiendo que tu capitán, una de las leyendas del Madrid, aparezca en absurdas alineaciones de jugadores que hoy pueden firmar libremente con otro club”. 

El jugador quiere dos años de contrato y ha rebajado sus pretensiones económicas iniciales aceptando las actuales, 11,7 millones netos más dos en objetivos.

Casi 14 millones que se asegura desde que ampliara su contrato en el 2015. Entonces utilizó al United para conseguir su propósito apoyado en que tenía 29 años y mucho fútbol por delante.

En el club no se han olvidado de aquella estratagema y ahora quiere imponer sus condiciones: aceptaría los dos años pero con una ostensible bajada salarial.