El Madrid tiene que pasar el peligroso puente de Vallecas para llegar a Qatar

El Real Madrid llega con la lengua fuera a Navidades. Un calendario comprimido con tres competiciones al que se sumará la final de la Copa Intercontinental el próximo miércoles. Por antes, tiene que pasar por Vallecas, un puente peligroso pensando en llegar a Qatar con las máximas garantías de sumar el segundo título que disputa esta temporada. En contra, esa cadena de lesiones que limitan las elecciones de Ancelotti para elaborar un once de garantías.

Trece jugadores para Vallecas

El técnico italiano repite que él siempre hace el mejor once que considera oportuno y que no mira el carné de identidad de sus jugadores. Sin embargo, en la visita de este sábado a Vallecas va a tener que templar gaitas con algunos futbolistas y no arriesgarse a perderlos para esa final que disputará la próxima semana en el Lusail Stadium (18,00 h.), donde espera rival este sábado entre el ganador del partido que jugarán el Al Ahly y el Pachuca.

Ancelotti llegará a Vallecas con bajas y jugadores al límite. Debe medir con pulcritud las fuerzas de cada uno para no llevarse más sorpresas después de que Mbappé cayera lesionado en Bérgamo tras jugar 12 partidos consecutivos sin descanso. El francés será baja ante los vallecanos y se suma a las de Carvajal, Alaba, Militao, Mendy y Camavinga. Seis ausencias importantes para jugarse tres puntos necesarios en una Liga en la que mantiene un frenético pulso con el Barcelona, y amenazados por detrás por el Atlético y el Athletic.

Plantilla corta

El técnico italiano prefirió tener una plantilla corta, 22 jugadores, 20 de campo, y no cuenta con Vallejo. Son 19 que se quedan en 13 si resta las numerosas bajas que tiene. Eso supone que solo dispone de tres jugadores del primer equipo en el banquillo ante un Rayo al que le excita siempre recibir al Real Madrid en su estadio de la Avenida de la Albufera. Ancelotti tendrá que medir bien sus recursos para no perder más futbolistas, aunque podría recuperar a Camavinga para esa final de Catar.

Un momento delicado para el equipo blanco al que le quedan tres partidos antes de que no se le atragante el turrón y afronte indispuesto las fiestas. De momento está vivo en todas las competiciones, pero si las lesiones siguen llamando a la puerta de su plantilla complicará los objetivos marcados en una primera parte del curso en el que no ha acabado de estar a la altura de lo que se esperaba de su fútbol, aunque ha sabido nadar y guardar la ropa para seguir siendo el rival a batir en todas las competiciones.