El Madrid busca una remontada

Así ha sido el entrenamiento del Madrid antes de medirse al City

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Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Paso al fútbol, al regreso de la Champions, a esos partidos en suspensión por la irrupción del coronavirus. El Manchester City y el Real Madrid comparten cartel en el primer choque de la competición europea que vuelve con un envoltorio cambiado pero con los mismos ingredientes interiores. Sin público, con medidas sanitarias extraordinarias pero con los mismos protagonistas que vuelven al césped para continuar lo que dejaron pendiente hace cinco meses. Vuelve el fútbol y para los blancos la épica de intentar remontar el borrón que hicieron en la ida que se llevaron los celestes 1-2. Dos equipos repletos de estrellas, de jugadores exquisitos al servicio de las pizarras de sus entrenadores, de Pep contra Zizou, nombres propios de la historia del fútbol moderno como jugadores y ahora como entrenadores.

SIN FAVORITOS

La ventaja ‘citizen’ no relaja a nadie. Guardiola sabe cómo se las gastan los madridistas en su competición fetiche y Zidane, más, no ha perdido nunca una eliminatoria de Champions, nueve de nueve, más tres finales. Ser favoritos es sólo una etiqueta que salta por los aires cuando rueda el balón. Dos equipos que aspiran a todo con ventaja en experiencia para los madridistas, que mantienen el bloque de las tres Champions, pero que tendrán enfrente a un rival que, además de ir ganando 2-1, tiene ese oficio que aporta un técnico diferencial. Guardiola lee los partidos con antelación y sabe que o ata en corto a los blancos o darán la vuelta a la tortilla para comérsela.

TABLERO DE AJEDREZ

Se especula con que el Real Madrid jugará al contraataque por ese oficio ofensivo del City. Un estilo en desuso por Zidane, que apuesta por el juego de bloque, la velocidad para mover la pelota y hacer sufrir al contrario, pero que carece de elementos que desarrollen ese estilo y <strong>más sin Bale. </strong>También Guardiola amasa ese ‘copy right’ de toque de primeras, de juego avanzado pero sí tiene la pegada que le falta al ataque del que dispone Zidane, que ha mutado su filosofía para inculcar disciplinado sin balón, algo que no ven ni los más veteranos seguidores madridistas, acostumbrados a un juego de ataque permanente o contraataque letal. Sólo cuando el alemán Brych pite el inicio se desvelará el dilema. <strong>Pep lo clava: “Todos los entrenadores tenemos una idea de partido y luego el partido habla por sí solo”.</strong>

LOS ONCES

Zidane tiene la única duda de Hazard. El tobillo derecho frena su mejor fútbol en un momento delicado para su equipo. El francés tampoco tiene a su capitán Ramos, aunque sí ha viajado para ser el ‘espartano’ que aliente a su tropa. Zizou ha mandado un mensaje de compromiso al vestuario dejando en Madrid a Bale y a James, dos espíritus libres que dejaron de sumar hace tiempo. Militao es el parche obligado para relevar a Ramos que debilita la zaga menos goleada de la Liga. Todo indica a que Mendy apuntalará esa debilidad y no Marcelo que la ampliaría. La medular la formarán Casemiro, Kroos y Modric y Benzema arriba. Y dos dudas, Isco o Valverde para un 4-4-2 o a Asensio o Rodrygo, para dibujar un 4-3-3, y esa duda de Hazard al que podría dar entrada Vinicius. Guardiola tiene la baja de Agüero, lesionado, y Mendy, sancionado.

El catalán tiene sus dudas, aunque siempre para fortalecer la filosofía de su juego más que anular las del equipo madridista. Será la segunda entrega de una final entre dos transatlánticos europeos a la que llegan con un pequeño colchón para el City que obliga al Real Madrid a marcar dos goles para ganar o igualar el resultado de la ida.