El Madrid y Bale se amargaron la vida

Bale marca su primer gol y vuelve a decidir partidos con el Tottenham

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Gareth Bale y el Real Madrid separaron sus caminos el verano pasado pese a que le queda un año de contrato con los blancos. Una separación deseada por todos, aunque su agente Jonathan Barnett dijera que era plenamente feliz en Madrid cuando en realidad no lo era y sólo defendía mantener su estatus económico. La realidad es que su estancia en el Madrid en las últimas temporadas le borró la sonrisa y él martirizó al madridismo con sus desplantes y desafíos.

El jugador se agarraba a su contrato para quedarse pese a que su imagen se había deteriorado y su rendimiento estaba muy lejos del deseado. Al final, el Real Madrid encontró una salida cediéndolo al Tottenham y asumiendo la mitad de su sueldo, 15 millones de euros brutos. Ese era el principal motivo de que el futbolista no quisiera irse, un contrato de 15 millones netos por temporada hasta el 2022, dinero que nadie estaba dispuesto a pagarle con su rendimiento.

UNA PERSONA NUEVA

Desde que llegó al Tottenham, ha recuperado la sonrisa. Así lo declaran la gente que está a su alrededor, como Robert Page Bale, seleccionador de Gales: “Es una persona diferente parece que ama el fútbol otra vez”. Volver al Tottenham le ha devuelto la ilusión por el fútbol y lo ha reactivado como persona. Reguilón, que coincidió una temporada con él en el Madrid, también lo reconoce: “Bale es muy feliz aquí, parece más la persona que realmente es”

Al galés le queda un año más de contrato y el Real Madrid no está dispuesto a pagar la mitad de su sueldo para que juegue en otro equipo. Espera que el Tottenham se haga cargo de todo su salario, o le obligará a volver pese a que su presencia amarga a ambas partes. Una relación que se rompió hace tiempo porque el galés ni disfruta en el Madrid y nunca se acopló a las costumbres españolas.