Los mismos señalados de siempre

Sergio Ramos se pasa al voleibol pero no evida el VAR: así fue la mano del central y el tercer gol de penalti de Carlos Soler

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Muchos madridistas se temieron lo peor cuando vieron la alineación elegida por Zidane para enfrentarse al Valencia. Una convocatoria en la que eran baja tres titularísimos como Casemiro, Carvajal y Hazard y a los que el francés sumó a Mendy y Kroos al dejarlos en el banquillo. Volvió a reunir a Isco y Marcelo junto a Lucas Vázquez, Vinicius y Asensio, que están en el punto de mira por su irregularidad, además de Modric, al que ha relegado a un segundo plano en la medular.

Zidane volvió a mezclar titulares y suplentes, algo que no le ha dado resultado en un alto porcentaje esta temporada. Además, extrañó que reservara a Kroos en vísperas del parón de selecciones, como si no quisiera desgastarlo para que llegue fresco a jugar con Alemania. A esto se suma que Varane empieza a pagar el desgaste y se le nota más que al resto, con errores de bulto que acaba pagando el equipo. A Zizou ya no le funciona las rotaciones recurrentes en su idea de tener enchufados a todos.

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FRACASO POR LAS BANDAS

Todo metido en la coctelera de un partido extraño le acabó explotando en la cara al francés, que no acaba de entender que forzar las rotaciones tal y como están algunos suplentes acaba siendo negativo para su equipo. Es cierto que hubo circunstancias que no ayudaron, con decisiones arbitrales que no favorecieron, pero no supo atajar a tiempo las vías de agua de un equipo que se fue hundiendo poco a poco hasta desaparecer con todo el personal abordo.

El Madrid fracasó en su juego por las bandas. En la derecha Lucas Vázquez no tuvo ayuda de Asensio y su descoordinación la aprovechó Gayá que emuló al mejor Roberto Carlos de su época. Varane tampoco supo tapar esa vía de agua a espaldas de sus compañeros. Y por la otra banda ocurrió otro tanto de lo mismo. Ramos no dio de sí para cubrir la espalda de Marcelo, con un Vinicius desenganchado del equipo. En ataque las bandas también fueron una caricatura con Asensio ausente y Vinicius desparecido, con Marcelo mostrando su mejor recital de imprecisiones. Todo junto llevó al Madrid a sufrir una derrota sorprendente.